viernes, 3 de septiembre de 2010

DIBUJO


De la mano de su madre, andaba distraida con la certeza de hacia donde se dirigían,a  su primer día de colegio. Ensimismada en sus pensamientos, imaginando una y otra vez como sería ese día, un pizca de nervios se escabullía entre sus fantasías, aunque tan solo su seriedad le decía a su madre ,los miedos que como chicles se habían pegado al corazoncito tierno de la pequeña Irene.
Así era la pequeña, de sonrisa chispeante y espontánea, que se escondía cuando algo atenazaba su mente, lo descononcido, la oscura noche, los pajaros. Miedos que guardaba celosamente, entre la tercera costilla y sus pulmones, y que a veces ,le impedían respirar.
Llegaron a la puerta del colegio, donde la orquesta sinfónica de llantos y gritos, estaba en su zenit, mientras la pequeña Irene, se despedia de su madre, con un besito en la mejilla.
- Pasalo muy bien, vale? - Su mama no podía decirle mas nada, pues aunque sabia que a su niña ,el miedo le encogía el estomago ,ella caminaría como si fuera la conquistadora del nuevo mundo. Aunque sus piernecitas temblaran al pisar la nueva tierra del patio del colegio, ella seguiría hacia delante, hasta descansar en su nuevo trono, su pupitre durante un año.

Con un saludo con la mano, se despidió a las puertas del nuevo cole ,dejando a los mas llorones poniendo a prueba a sus mamas. " Serán bebés¡¡¡" pensó.
Su profesora se llamaba Isabel, y en la primera clase ,tras presentarse, les dio una hoja de papel, que casi ocupaba toda la mesa, tb les dejó a todos sus compañeros, un lápiz y una goma.
Frente a Irene , se presentaba una hoja de papel impoluto, blanco como el armiño y ansioso por ser pintado ,coloreado y dbujado ,plasmando todo lo que esa cabecita de negro pelo, podía aportarle. Incluso, la fantasiosa Irene ya escuchaba los gritos del papel, instandola a que comenzará con la aventura ,retandola a ver lo que era capaz.
Miró el lápiz, y volvió a mirar el papel. Levantó sus grandes ojos y miró a la profesora, que acababa de sentarse en la silla, y leía una revista, mientras nos decía: " Hacerme un bonito dibujo ,que luego decore las paredes".
Esas palabras se podría ver como el pistoletazo de salida de una carrera, y así fue como Irene ,cogió con sus deditos el lápiz y comenzó a dibujar.
Aunque el lápiz era rebelde ,consiguió domarlo, y formó un circulo,del que salieron serpenteanes rayas, que como serpientes parecían danzar sobre el circulo. Dos círculos mas pequeños, dentro del mas grande y una gran curva sonriente. Esa era ella ¡¡¡¡ , se había dibujdo su vestido y zapatos favoritos, y de la mano , llevaba a su hermana mas pequeña. Tenia que darse prisa pues tenia mucho trabajo¡¡¡¡.
Siguió haciendo círculos grandes ,pequeños, rayas rectas, curvadas, triángulos, cuadrados. Todas las figuras posibles que dieron forma a un dibujo lleno de personas importantes y lugares que adoraba.
La sirena sonó y el tiempo se termino.La profe les dijo que lo guardaran muy bien ....que el ejercicio no había terminado.
El primer día terminó, y la pequeña Irene contenta se marchaba al encuentro de su madre. Pasaron unos días y volvieron a la clase de la profe Isabel. Esta les dijo que sacaran el dibujo y lo terminaran.
Irene  miró el dibujo que había hecho y puso una carita de disgusto, una pizca de tristeza y desanimo. Tenia que cambair algo en el dibujo....cogió la goma ,y comenzó a borrar.
Pero aunque le imprimiera toda la fuerza a la goma, no conseguía deshacer la marca del lápiz de la hoja, no conseguía diluir el recuerdo de su papel, no conseguía que desapareciera el rastro de su dibujo. Intentó dibujar encima, pero fue imposible,aun seguía ahí ,la marca del dibujo ...
Y es que ... no importa lo que intentes borrar , no importa que la goma sea de fresa o no presiones mucho el lápiz al dibujar... cuando borres algo de ese dibujo, permanecerá la marca ,permanecerá el surco que hizo el lápiz al dibujar sobre el papel....
Aunque no esté el pie ...este deja su huella.

Insthar

3 comentarios:

Calvarian dijo...

Me gustan tus relatos porque uno se siente protagonista, no por o del dibujo, soy muy torpe en eso. Me refiero a que he podido sentir el nerviosismo de la niña, incluso la aventura en la que se sume con el lápiz en ristre. Para completar la faena, una moraleja, una enseñanza que siempre me da que pensar, y en esto si que soy torpe jejeje
Supongo que las huellas no se borran nunca del todo.
Bésix

Hanna dijo...

Es cierto las huellas no se borran nunca del todo, aunk partes de ese dibujo en ese momento le parecieron perfectas a la niña entonces yo me quedo con otra moraleja, las cosas no son siempre como las vemos sino como las queremos ver según nuestro estado de animo.
Un b7

Insthar dijo...

Tiene tantas moralejas como ojos la lean....toda la razon tengo que darte, Hanna...lo que es un dibujo perfecto, al mirarlo desde otra perspectiva o tras un tiempo, a veces no lo vemos igual que antes....
Un besito wapa