viernes, 26 de octubre de 2007

AZIWA II : LA ESCUELA DE HADAS

Publicado el 26/10/2007
Por Insthar Malar


La escuela de hadas.

En Aziwa se encuentra la academia de magia de las hadas de Swalior, donde vienen a aprender los secretos féericos, niñas de todas las tierras del mundo, y en este día comenzaba un nuevo curso. Allí se encontraban, en la plaza del colegio, Aurya junto a Everhis, contentas por que la reina feérica creía oportuno que la nueva inquilina tuviera una buena preparación académica.A unos metros de ellas, esperaba impaciente Sybarian, sola. Ella no había permitido a Calvarían acompañarla, pero no podía impedir que él la observara en la lejanía. Bajo esa atenta mirada, Calvarían pensaba en lo mayor que se había hecho en tan poco tiempo y en lo fugaz de esos años.En el balcón del edificio, sé presentó la gran reina feérica y saludó a todas las nuevas alumnas. - Bienvenidas a la Escuela de Magia .Bienvenidas a Aziwa, la ciudad de las hadas. Alehya es mi nombre y reina de las hadas, mi cargo. Pero a partir de este instante, seré vuestra directora. Deseo que vuestras ilusiones se vean cumplidas en este lugar, y que con esfuerzo, tenacidad y respeto, consigáis lo que anheláis. Vuestro sueño. Convertiros en un ser mágico.Al terminar, invitó a todas ellas a entrar en su nuevo colegio y su nueva casa. Una nueva forma de vida emergía ante ellas.Las chicas empezaron a entrar en aquella casona antigua pero excelentemente conservada y decorada. Impresionadas por aquel lugar, abarrotado de grandes lienzos con motivos de la naturaleza y cultura e historia féerica, enormes jarrones de madera con preciosas flores que no marchitaban y que impregnaban el ambiente con su perfume, tardaron en advertir una especial compañía. A los laterales del pasillo de entrada se encontraban unos pequeños seres que serian de gran ayuda en su estancia en la escuela. Eran duendes, que estaban encargados de acompañar a las nuevas alumnas. Debido a su pequeña estatura pasaban desapercibidos habitualmente.Los duendes comenzaron a pronunciar los nombres de sus protegidas, y ellas se acercaban a sus tutores. Cada duende se hacia responsable de las necesidades de 3 niñas, a las que acompañaría a sus aposentos y explicaría el funcionamiento de la escuela, para posteriormente dirigirlas a salón de actos, donde conocerían a los profesores.Aurya y Everhis rezaban todos los hechizos que conocían con el fin de que les tocara en la misma habitación. Lo que no sabían, es que en aquella situación, Alehya había lanzado un hechizo de protección contra la magia para toda la casona y cualquiera que intentara utilizar sus poderes, no podría. Finalmente la suerte estuvo de cara y saltando de alegría seguían a Jefly, que les presentó a su otra compañera y les acompaño a la habitación del Cedro. En el camino se cruzaron Aurya y Sybarian, que mantuvieron la mirada con la sensación de conocerse.Sybarian, absorta en sus lucubraciones sobre esa niña que había visto pasar, seguía a su duende Yessu. Sus nuevas compañeras le sacaron de sus pensamientos al llegar a la habitación del Nogal, con preguntas sobre su ciudad, su nombre y sus gustos. Sin muchas ganas de responder al interrogatorio, manifestó su cansancio por el viaje y se tumbó mientras llegaba la hora de conocer a los profesores. Yessu, sonreía bajo su sombrero, sabiendo que Sybarian no aguantaría con la impertinencia de sus compañeras. El duende les dejó un tiempo para acomodarse, mientras iba a cotillear con sus compañeros. Llegó el momento de conocer a los profesores, todas las alumnas se encontraban el en salón de actos, cuando irrumpió en la sala una bandada de pájaros que se convirtieron en una estilizada hechicera conocida como Piupa, bajo la estupefacta mirada de las niñas. Se originó un revuelo por aquella intrusión, que solo acalló ,el baile de florecillas del bosque por el pasillo central de la sala .Eran de todos los colores y formando una preciosa silueta, bailaba al son de los silbidos del viento, hacía piruetas hasta el atril para convertirse en Margy. Retumbaba la sala por los aplausos, hasta que se hizo el silencio al notar que por las paredes corría una enredadera hacia el centro del escenario, era Yedra. Las chicas se miraba unas a otras, desconcertadas por lo que estaban viviendo. De repente, una luz cegadora dió paso a Aleyha, la regente de la escuela, qué agradeció la presencia de todas ellas allí y presentó a sus profesoras.- Señoritas, les presentó a Piupa, les enseñara a desplazarse por el aire, tele trasportación y los elementos de vuelo. Además de convertirlas en unas educadas damas.Piupa saludó con un aleteo de sus alas y volvió a su asiento.- Margy les enseñara el poder de las plantas como parte curativa y para la utilización en hechizos y conjuros. También les instruirá en el arte de la supervivencia.Margy lanzó un beso de pétalos de rosa a modo de saludo. Las chicas entusiasmadas solo pensaban en realizar esos mismos trucos.- Finalmente, les presentó a Yedra, que se encargara de la historia de la magia y la exploración de otras culturas mágicas y sus métodos .Ella os abrirá la mente a nuevas experiencias.Yedra agitó sus manos levantadas por encima de su cabeza y de la nada cayó una bolsa de cascara de palmera que portaba todos los útiles que cada una necesitaría para las clases.

- Ahora pequeñas hadas, coged una bolsa y marchad a vuestra habitación. Cambiaros de atuendo y descansad. Se os avisará para la comida.Las hadas desparecieron en un instante y las nuevas alumnas comentaban lo acontecido en la sala.Aurya fijaba su mirada en Sybarian preguntándose de que la conocía. No recordaba nada pero sabía que conocía a esa niña. Se acercó a Sybarian seguida de Everhis que no comprendía sus actos. Se presento a Syb y le preguntó si por casualidad se conocían de antes.

- Hola, yo soy Aurya .Como te llamas?

- Soy Sybarian, encantada de conocerte.-Escrutaba la cara de Aurya sin recordar nada.

- Por casualidad tu me conoces? No se, es que desde que te vi esta mañana me da la impresión de que te conozco de antes pero no consigo recordar nada. –explicaba inquieta Aurya, mientras Everhis seguía la conversación interesada.

- Curiosamente a mi me pasa lo mismo. Esperemos que con el tiempo nos venga a la memoria de que nos conocemos-Comentó con una sonrisa.

- En que habitación estas, Sybarian? –peguntó Everhis

- En la del Nogal, con dos compañeras un poco pesadas.

- La nuestra es la del cedro y esta muy cerca. Podría preguntar si puedes venir a la nuestra?

- No se, eso se puede hacer?- preguntaba Syb con un atisbo de esperanza.

- Yo lo pregunto y a ver si tenemos suerte. –respondió Everhis

- Seria estupendo, Everhis.- respondió contenta Aurya. Aunque no se acordaba de ella, intuía que se llevarían bien las tres.

Charlando llegaron a sus habitaciones donde se emplazaron para verse mas tarde y seguir charlando en la comida. Hasta entonces descansarían de todas las emociones de esa mañana y cogerían fuerzas para las que estaban por llegar.
Publicado el 31/10/2007

A la caída del sol se oyó por todo el palacete el sonido de unas flautas que anunciaba l hora de la cena. Todas las jóvenes se afanaban por llegar al comedor para coger un buen asiento, y así no perderse detalle de sus nuevas y fantásticas profesoras.En la cena presidida por Alehya, se pudieron degustar los platos mas conocidos de la gastronomía feérica y otras especialidades de la cocinera que era natural del Mundo Jikel, donde estudiaban los mejores cocineros del universo conocido.En el menú había variedad de verduras, carnes y pescados, todo aderezado con las mejores hierbas del lugar. Pero hubo un plato que encantó a todos los comensales.El Kiganku, es un plato del mundo Jikel, y además de la especia que le da nombre también lleva esparragos, gambas y setas del bosque de Looug. Tras la cena ,la reina feérica ordeno a todas sus alumnas que volvieran a las habitaciones y descansaran ,pues mañana seria un día muy largo y agotador.Las chicas marcharon a la cama, excepto las tres nuevas amigas que se escondieron en el jardín del palacete. Aurya, Everhis y Sybarian habían congeniado a la perfección y no deseaban separarse nunca más. Todavía les preocupaba la sensación de que se conocían de antes, pero ninguna de las dos recordaba nada.Sin darse cuenta se hizo muy tarde y volvieron a la habitación intentando no despertar a nadie ,cuando tras una columna salieron su tutor el duende Jefly, dándoles un susto de muerte a las jóvenes.
- Jeflyyyy¡¡¡¡ que susto nos has dado¡¡¡¡-le recriminó Everhis que lo conocía desde hace mucho tiempo.
- Chicas no tendríais que estar durmiendo hace horas? Que hacéis aquí?-Les preguntó sabiendo ya la respuesta
- Nada, hemos bajado a beber-Respondió Everhis, ya que Aurya y Syb todavía temblaban del susto.
- Everhis, soy pequeño pero no tonto…- Jefly anonadado por la osadía de su amiga.
-Bueno ya esta bien de cháchara antes de que despertéis a los demás ,iros a la cama .Y mañana hablaremos.
- Buenas noches- se despidieron de Jefly que todavía reía por la situación y volvieron a la cama
En la oscuridad de la noche, algo atormentaba a Aurya. Las pesadillas de un tiempo lejano y olvidado volvían a su mente. Recordó a una familia que la conocía. A un hombre osco y malhumorado y a una mujer agotada por las obligaciones. Soñó con una niña .Su mejor amiga, era Sybarian pero no tenía ese nombre. Corrían contentas por el bosque hasta que…se despertó sobresaltada, jadeante por el temor de su sueño. Ya recordaba a Lianna, la que ahora se llama Sybarian, ella era su amiga. Tuvieron un accidente y ahora lo recordaba todo tras unos meses de olvido. Aurya corrió a la habitación de Syb para contárselo todo, sin temer a las represalias de su tutor. Despertó a Syb y le contó lo que había soñado, sus recuerdos.
-Syb, despierta, ya te recuerdo¡¡¡¡. –dijo Aurya ante el estupor de Syb por su intrusión en la habitación.
-Pero…que haces….aquí...-Todavía dormida no entendía nada.
-Ya se de que te conozco, eras mi amiga.-Aurya insistía.
-Cuando ? Te acabo de conocer-respondió Syb.
-Tuvimos un percance y yo perdí la memoria y las hadas me encontraron y tu , no se que pasó contigo.-Explico Aurya.
Al oír tales explicaciones que concordaban con sus circunstancias, despertó de repente con necesidad de conocer más de los recuerdos de Aurya.
-Tu, te llamabas Lianna, vivías con tu familia en mi pueblo, éramos amigas y te perdí la vista cuando nos caímos en el pozo.-Entusiasmada por sus recuerdos, no paraba de sonreír y abrazar a Syb, el único vinculo con su familia.
-Yo no recuerdo nada, lo siento. Pero podríamos buscar a tu familia ahora que recuerdas algo. Qué te parece si mañana se lo comentamos a Everhis y que ella nos ayude con la reina Alehya? , así encontraremos a nuestras familias-planificado el mañana se despidieron .
Aunque las dos sabían que no podrían dormir mas esa noche por los nuevos acontecimientos.A la mañana siguiente y tras poner al tanto de lo sucedido esa noche a Everhis. Esta habló con su hermana, que ayudó a las chicas como pudo. Alehya mandó llamar a las dos jóvenes a su alcoba.
-Hola, como están? Me ha contado todo lo sucedido el hada sanadora Everhis y he tomado una decisión. Este tema es importante y he avisado al Caballero Calvarían, tu tutor Syb, para que os ayude en vuestra búsqueda. Vendrá en una luna, y os acompañara junto con dos duendes al pueblo de Aurya.
-Muchas gracias Gran Reina. No podré agradecérselo suficiente en toda mi vida-respondió Aurya.
-My bien, pero hasta entonces retomareis las clases, de acuerdo?
-Por supuesto Gran Reina.-Concluyó Syb con una reverencia junto a Aurya.
-Os podéis marchar, os llamare cuando llegue El caballero Calvarían.
Pasaron dos días hasta que Alehya requirió la presencia de las dos jóvenes .Había llegado Calvarían junto a Plextor su gran amigo.
La reina les explicó detalladamente la situación a los dos guerreros y esperó la presencia de las jóvenes para despedirse de todos, mientras los duendes al servicio de la Reina preparaban los caballos y víveres para el camino. Tras los saludos pertinentes se embarcaron en un viaje largo y tortuoso por el bosque, los acantilados de Huiilok y otros condados vecinos que precedían al imperio de Grandlath.
Aurya con una mezcla de anhelo y desasosiego, imaginaba el reencuentro con su familia después de tantos meses.

jueves, 25 de octubre de 2007

AZIWA:CIUDADELA FEERICA


Publicado el 25/10/2007
Por Insthar Malar



Rodeada por un frondoso bosque que la esconde de las insidiosas miradas y protege de los enemigos, se encuentra la ciudadela feérica donde viven el mayor número de las hadas del bosque de Swalior .El poblado de las hadas esta fortificado por una enredadera de madreselva de tres metros de alto que linda con un rio que aumenta su caudal y su número de pirañas cuando amenazan con los malhechores. En el interior, se encuentra el ajetreo habitual de una ciudad, agricultores vendiendo su recolecta del día, artesanos dando forma a vastos trozos de madera o metal, los niños correteando por la plaza principal, y todo ello ,aderezado con el dulce aroma de los hornos cociendo pan, que impregna las calles .
Se acerca la festividad de la Mora, dónde se degusta un postre ancestral y muy típico del lugar. Este postre es una receta antiquísima, según la historia se remonta al inicio de esta fortaleza de Aziwa donde Máyala la mas antigua de las hadas y Kokur un hechicero de la orden de la Estrella azul comenzaron una nueva vida con su primogénita Ziwa.
Aquella niña, nació del amor de dos culturas y seres distintos. Sus padres se enamoraron en un consejo de Ilustres donde se reunían los mejores de cada especialidad mágica. Máyala, vino de muy lejos desde el imperio de Galius al norte del mundo de Junho .Era una afamada hada, con tan solo 16 años sorprendía por su madurez, inteligencia y sensatez. Allí, conoció a Kokur, el hechicero del castillo Thuron, ahora regentado por el Mago Leonard.
Cuándo se vieron, la energía fluyó en el ambiente hasta tal punto que las vasijas se rompían, cambiaba repentinamente el clima, los magos no podían sostener sus puntiagudos gorros, hasta las agujas del reloj se paraban cuando sus miradas coincidían. Tras unos momentos de incertidumbre, el responsable del consejo pidió unos minutos de descanso para arreglar desperfectos y calmar los ánimos de los más ancianos.
Kokur se dirigió a Mäyala, precedido de su ayudante que le presentó según sus órdenes:
-Buenos días Gran Hada, le presento al hechicero Kokur regente del castillo de Thuron y gran mago del consejo Alfazthor.-dijo el ayudante del hechicero.
-Buenos días Preciosa dama, me haría el ser mas dichoso del universo conocer su nombre?-Dijo Kokur besando la mano de Máyala.
-Buenos días caballero, MI nombre es Máyala y son la gran hada del impero Gaelius.-Respondio mientras le reverenciaba a la vez que notaba un cosquilleo por todo su cuerpo.
-Le importa que le invite a almorzar, creo que nosotros hemos montado todo este revuelo y me gustaría conocerla y hablar con usted….a solas-le propuso el osado hechicero.
La joven hada no pudo negarse a la invitación por que sabía que esa comida le cambiaría la vida. Como todos los demás magos, ella también había notado una especial relación con aquel atrevido hechicero.
- De acuerdo, pero me acompañara mi doncella.- Respondió excitada Máyala.
- No hay ningún inconveniente, también estará mi ayudante. Mi carruaje pasara al finalizar esta jornada, le buscaré y nos iremos juntos.
- Muy bien, espero que disfrute del congreso. Hasta la comida-se despidió la joven nerviosa.
Mäyala preguntó a sus hechiceros conocidos sobre el atractivo Kokur, del que todos afirmaron su enorme profesionalidad, sabiduría y simpatía. Se decía que era el llamado a ser el supremo de los magos en los próximos años. Ella más tranquila esperaba la hora de estar a solas con él y conocerle un poco más.
Al terminar las conferencias y reuniones, el ayudante fue a por el carruaje mientras Kokur recogía a su invitada y la acompañaba a la salida. La comida fue exquisita platos típicos de la tierra, pan artesano de cereales, y dulces. Pero, a pesar de las delicias del menú, ellos no perdían ni un momento de cada uno .Se absorbían, se devoraban con la mirada, deseaban estar cada vez mas juntos, y no separarse jamás .Y así ocurrió, tras la comida se sentaron al fresco, bajo un unos álamos por donde corría la límpida agua de un riachuelo y tras una conversación amena e insustancial, se hizo el silencio, se miraron y poco a poco sus cuerpos se fueron acercando hasta fundirse en un beso. Un beso lento, saboreando los matices de su nuevo amor, buscando saberlo todo de él.
Desde ese momento no se separaron y tomaron juntos una difícil decisión, seguirían con su amor a pesar de las adversidades. Dejarían sus pueblos y comenzarían en una tierra nueva, donde dos personas distintas se pudieran querer y formar una familia. Y así, nació la ciudadela de las hadas, Aziwa, en el bosque de swalior. Fueron pocos los que les siguieron pero suficientes para formar un nuevo pueblo. Allí se engendró su hija, la pequeña Ziwa en honor al pueblo donde nació. En su nacimiento, inundaron el castillo de regalos procedentes de muchísimos lugares donde estimaban a sus padres y se alegraban de la nueva .Eran muchos los magos que deseaban que el Gran Kokur se postulara como Ilustre del Consejo Mágico. Entre todos los regalos, uno de ellos se convirtió en el tiempo en una parte de su cultura y gastronomía. Un anciano pastelero que conocía desde pequeña a Mäyala envió un postre pensado especialmente para su hija. La leyenda cuenta que cuando esa niña probó por primera vez ese sabroso postre, una luz en forma de pétalo se iluminó en su mano derecha, hecho que pronosticó la esencia mágica de la niña. Desde entonces se celebra ese día como esperanza del mundo feérico con esas tartaletas de arroz, con queso fresco, cubierto de esencia de grosella y mora, que tanto gustaron a todas las generaciones del pueblo de Aziwa.

lunes, 22 de octubre de 2007

AZIWA:CIUDADELA FEERICA IV

El bosque de Swalior
Publicado el 22/10/2007
Alehya, la reina féerica, se acercó seguida de su cortejo a la habitación donde se encontraba la invitada. Todos allí congregados le saludaron con respeto y admiración. Con una energía infinita y belleza etérea, saludó a Dulsthar cariñosamente:
-Hola pequeña, Yo soy Alehya, la guardiana del bosque y reina de los féericos. Seguramente tendrás muchas preguntas que hacerme pero pueden esperar, es más importante tu salud. Como te encuentras esta mañana? – miraba sonriente a su nueva inquilina.
- Hola Gran reina, estoy mejor pero no recuerdo nada, y me angustia no saber que me ocurrió.-temerosa de disgustar a la reina miraba a Everhis pidiendo aprobación y consuelo.
-Mi pequeña, te encontramos en el bosque, inconsciente en un pozo con diversas heridas, y el tobillo fracturado. Estabas sola aunque según los duendes había otra niña contigo que marchó a pedir ayuda. La esperamos pero no volvió.-
-No puede ser, no recuerdo que pasó –empezó a llorar pensando en su futuro ,y en que haría si no sabia donde se encontraba su familia.
-Tranquila mi niña, te quedarás con nosotros hasta que recuerdes algo. No temas te ayudaremos.-le pasaba la mano por el pelo de la joven intentando calmarla. Ella notó un torrente de energía que le daba vida y le borraba por momentos de sus preocupaciones.Poco a poco se fue acurrucando en el jergón y cerró los ojos. Durmió plácidamente durante todo el día gracias al hechizo y a la energía que le trasmitió Alehya.Por la noche, Everhis le llevó la cena a su habitación y se fueron conociendo un poco más.
- Hola Everhis, me alegro de verte¡.-saludó efusivamente Dulsthar.
- Hola ¡¡ como estas esta noche? Tus heridas van mejorando pero cuando cenes te pondré un cataplasma en el pie para su recuperación, de acuerdo?- la voz de Everhis era como el sonido de las aguas bajando por un rio. Dulsthar se relajaba cuando la tenía a su lado.
- Vale.-aceptó contenta Dulsthar
- Sabes como te llamamos aquí en la colonia? –le pregunto la afanosa hada.
- No, como me llamáis?-respondió intrigada
- Como no sabemos tu nombre verdadero ,nos referimos a ti como Aurya, te gusta?-dijo Everhis
- Si, es muy bonito, pero me gustaría saber de donde vengo y como me llamo.-dijo con un halo de tristeza en sus palabras.
- En eso no te podemos ayudar todavía pero intentaremos saber más de ti. –concluyó Everhis.-Mientras podrías estudiar aquí con nosotras y que algún día sea un hada como yo. Nos lo pasaríamos muy bien.
- Pero tendría que pedirle permiso a la reina ,no?- pregunto la Nueva Aurya
- Si, pero eso lo arreglo yo, Alehya es mi hermana mayor, y hablaré con ella.Everhis abrazó a Aurya contagiándole la alegría de una esperanza .El mundo y sabiduría féerica se abría ante ella. Y no podía desaprovechar la oportunidad de convertirse en hada de los bosques de Swalior.Sybarian se levantaba inquieta esa mañana, sabía que sería duro despedirse de su querido tutor que había hecho tanto por ella en todo ese tiempo, pero era lo mejor para ambos y con el tiempo Marcelus Calvarían lo entendería.Bajó de se alcoba hacia la cocina y allí se encontró a Marcelus avivando el fuego para calentar la leche. El, siempre caballeroso, le tenía preparado un exquisito y opíparo banquete de despedida, aunque manteniendo una actitud contenida y seria.En la mesa de la cocina, había queso fresco con miel, hogazas de pan con rodajas de tomate, unas piezas de fruta, y unos trozos de carne seca con aceite de la zona, además de un poco de zumo de uva morada y leche de cabra. Asombrada, Sybarian se lanzó al cuello de Calvarían llorando de felicidad y dándole gracias por todo lo que había preparado. Calvarían intentó mantener la compostura pero le fue imposible. El cariño que le provocaba esa niña, su niña, le impedía enfadarse con ella aunque no compartiera su decisión. Se abrazaron, sería la última vez en mucho tiempo, pues en la colonia de Swalior no podían entrar aquellos que no fueran féericos. Y Calvarían no lo era.
-Gracias Marcel – dijo Syb
-Syb, desde que te encontré hace ya mucho tiempo, solo he querido lo mejor para ti y por ello, he luchado y luchare hasta la muerte. Quiero que sepas que en esta casa siempre serás bien recibida, siempre estaré aquí para ayudarte.-Syb le escuchaba ,recordando todos los buenos momentos que pasaron juntos ,aprendiendo infinidad de cosas desde como comportarse en una cena hasta como utilizar la daga de plata que le regaló en su 15º cumpleaños. Calvarían prosiguió–Entiendo que quieras buscar nuevos mundos, conocer nuevas gentes y aprender cosas que yo no te puedo enseñar pero solo te digo una cosa .- hizo una pausa pues el dolor de su alma no le dejaba respirar-Confía en los que te quieren .
-Marcelus, siempre estarás en mi corazón- se abrazaron nuevamente sintiendo las vibraciones de cada uno y guardando en la memoria ese momento.
-Ahora almorcemos y salgamos camino a tu nuevo hogar.Tras cargar sus pertenencias en su yegua blanca, Syb montó de un salto en ella y comenzaron el viaje capitaneado por Calvarían a lomos de su caballo alazán. Cabalgaron sin descanso y en silencio hacia los bosques de Swalior.

sábado, 20 de octubre de 2007

INSTHAR MALAR

Insthar Malar
Publicado el 20/10/2007

En una aldea de la comarca de Grandlath, el silencio de la noche se desgarró por los gritos angustiados e impotentes de una mujer. Ya habían pasado nueve meses de molestias, náuseas y 10 kg de más a causa de su embarazo, y llegaba el momento de traer al mundo a su 4º hijo.
En una casita modesta, ordenada y pulcra rodeaban a su madre ,expectantes e inquietos, sus 3 hijos mayores . Aarón, el hermano mayor corrió veloz a pedir ayuda en tan duro trance y de paso, se acercó a la taberna a avisar del acontecimiento a su padre. Este no le dió la mayor importancia y prosiguió entre risas, regando el gaznate con aguamiel.
La niña no quería abandonar su paraíso y así el parto se convirtió en el más duro y largo que había tenido hasta ahora. Lo que ignoraba, Constance, es que le esperaba una sorpresa esa aciaga noche.
Insthar fue la primera en nacer, con unos enormes ojos, raquítica y enfermiza.Su gélida entrada en el mundo reflejaba la fortuna de su destino. Su madre no pudo abrazarla, pues su esfuerzo no habia terminado,le requeria su inesperada hija. Esa niña dulce, sonriente y cariñosa se llamaría Dulsthar.Esa noche, la casa se llenó de alegría y jolgorio, hasta que irrumpió Abduet en casa, borracho . Al ver a su padre, los niños atemorizados se fueron a su jergón y se hicieron los dormidos .Constance, convaleciente del doble parto, se levanto de la cama, acostó a los bebes, e intento apaciguar a su marido que no se percató de la nueva incorporación a la familia. Poco le importaba.
Pasaron los días, bajo el insolente sol del verano, Insthar enfermó y su madre con antiguos brebajes y cataplasmas de hierbas druídicas, intento sanarla .Una mañana la niña mejoró de sus fiebres, tras caminar hacia Toutthis, el señor de los muertos. La fortaleza de Insthar crecía incesante en ese cuerpecito famélico y débil.
Mientras Dulsthar, siempre alegre distraía a su madre de las penurias que le atormentaban.
Al cumplir los 2 años, un hombre de porte distinguido llamo a la puerta de la familiar con una interesante propuesta. Se presentó y expuso su petición.
-Buenos días señores, soy Leonard el maestro hechicero del castillo de Thuron.
-Buenos días, mi señor, que desea de una humilde familia de Grandlath?
-En mi comarca conocida como Alfazthor que se encuentra al pasar las montañas azules, este invierno hemos perdido gran numero de nuestro pueblo por una epidemia devastadora .Nos vemos en la obligación de buscar en otras comarcas jóvenes que quieran aprender el oficio de la magia y así servir a los poderes del Gran Rey Ataulfo el serio. Ése es mi comentido, y lo que les propongo.
El astuto mago ya conocía de la precariedad de esa familia y sus problemas para cuidar de todos sus hijos, todavía en edad temprana para trabajar .La madre de Insthar, Constance, limpiaba varias casas y se encargaba de la comida en una posada cercana y el padre, Abduet cuidaba las tierras de un terrateniente del lugar, que le ocupaba de sol a sol.
- ¿Que conseguiré yo, a cambio de entregarle un hijo mío?-Preguntó Abduet, ambicioso y amante de la tabernas, veía las posibilidades del acuerdo.
-Por supuesto, entiendo que será muy dura para ustedes perder a un hijo y por eso, le otorgamos una renta de 600 dinares cada 30 días ,dos gallinas y una cabra , que les facilitara la ausencia.
Constance no pudo contener las lágrimas .Ella sabía que no había otra opción, debería sacrificar a uno de sus hijos por el bienestar de todos los demás. Abduet de acuerdo con la trato que el mago Leonard le ofrecia, escrutaba a sus hijos elucubrando cuál de ellos mandaría al castillo de Alfazthor. Y decidió.
Insthar fue la elegida.
-Será mi hija Instar la que marchará con usted para consagrarse como hechicera.-ratificó Abduet con gran alegría
-Estupendo, no podría hacer mejor elección. Dispongan todo lo necesario para su marcha en dos días .Aquí estaré para la partida. Buenas noches.-Leonard se despidió de la familia y volvió a su tienda a pasar la noche.
Constance intentaba liberarse de su frustración y congoja preparando las viandas de la cena, mientras Abduet contento, ante los horizontes de bonanza que se alzaban ante sus ojos, salió a la taberna a celebrarlo.
Insthar jugueteaba sin pensar en lo que le esperaba en dos dias.

AZIWA:CIUDADELA FEERICA III


El origen de Dulsthar y Lianna
Publicado el 20/10/2007
Por Insthar Malar

Cuando Dulsthar abrió los ojos no podía creer donde estaba. Era un lugar verde, fresco y acogedor donde por todos lados había pequeños seres que no paraban de aletear sus alas para mantenerse en el aire. Era una estancia repleta de naturaleza, ramas de árbol que se convertían en estanterías, paredes de enredaderas llenas de florecillas de colores que infundían tranquilidad y alegría, era una habitación en el interior de la madre tierra, en las entrañas del bosque mágico. Asustada se sentó y miró a todos lados escrutando cada rincón y cada cara de los que allí se habían congregado. Dulsthar no conocía a nadie ni sabia que hacia allí. Se le acercó una joven hada que le dió a beber un brebaje que ella rechazó enérgicamente.El hada se disculpó amablemente y se retiró.
Dulsthar intentó levantarse de la cama ,hecha de hojarasca y cañas, pero no pudo y cayó estrepitosamente al suelo por la debilidad de su cuerpo enfermo. Se acercó la joven hada a la que todos conocían por su poder sanador y dulce carácter .Era Everhis la que auxilió junto con un grupo de hadas a Dulsthar a volver a la cama.
- Quienes sois? Donde me encuentro? Porque estoy aquí?-preguntaba Dulsthar con lágrimas en los ojos
- Te encontramos en el bosque, pérdida y enferma, y la reina feérica mandó traerte aquí. No te preocupes enseguida vendrá nuestra reina –Explicó el hada Everhis.
Aun sin conocerla, Dulsthar sabía que podía confiar en su cuidadora, ya que la mirada de la muchacha le transmitía seguridad. Desde ese preciso momento, empezó una bonita amistad entre las dos muchachas que las llevaría a un sinfín de aventuras. Al otro lado del mundo, la nueva Lianna bautizada por su nuevo tutor como Sybarian, aprendía a ser una dama mientras tomaba una dura decisión que rompería el corazón del caballero Calvarían. Sybarian llevaba semanas pensando en su futuro y había algo que ansiaba con todo su ser. Deseaba convertirse en maga y entrar a formar parte del consejo de los Magos Kartaldas conocidos como los más sabios de todo el imperio.La decisión fue tomada sin contar con el beneplácito de su tutor que recogió con estupor y tristeza la noticia.
- Marcel, me voy.- Syb decidió ser contundente y no andarse por las ramas ,sería más fácil para ambos.
De Calvarían no recibió respuesta.
-Marcel ¡¡ me voy a la colonia mágica del bosque de Swalior.-Syb enfadada por ser ignorada , subió el tono de sus palabras.
-Ya veo que has decidido sin mi, entiendo que ya no me necesitas – enfrascado aparentemente en su hobby de destilar para conseguir orujo, un licor muy conocido en el lugar e importado de la tierra de los astures, sé deshacía de dolor por dentro por la decisión de su niña.
-Si, es mejor así. Quiero cumplir mi sueño y debo alejarme de tu protección. Me iré mañana al alba. Tengo mucho camino que recorrer.-informó Syb
-De acuerdo muchacha, así se hará – Sin mirarle a esos ojos verdes que le desgarraban el alma se despidió hasta mañana de su querida Sybarian. Ella empezaba una nueva vida y a él se le partía la suya.

INSTHAR MALAR (2º PARTE)

Publicado el 20/10/2007
Constance recogía las exiguas pertenencias de su pequeña niña. Esa noche seria la ultima en tenerla en sus brazos. La cogió de la cuna, se colgó el zurrón a la espalda y salió rumbo a su cita.Leonard esperaba tranquilo sentado en su carromato, enfrascado en sus posibles captaciones en otros poblados camino a su castillo, cuando las vio llegar. El mago descendió del carromato y saludo a la mujer.-Buenas noches señora –dijo el mago con una pequeña inclinación, como muestra de respeto y saludo. -Buenas noches Hechicero, aquí tiene a mi hija instar,….es muy buena no le dará…problemas-Constance no pudo articular palabra. Besó las manitas de Instar y se la entregó al hechicero. Giró sobre sus talones y se despidió del mago con lágrimas en los ojos.Constance rota de dolor se dirigió a su casa sin mirar atrás .Desde ese momento Instar dejaba de ser su hija y eso le rompía el corazón. En el camino se tropezó con su marido que se dirigía a cerrar el negocio con el mago. Ni se hablaron ni se miraron, en ese momento no había excusas que eliminaran su desconsuelo.-Buenas noches amigo¡¡-saludó contento Abduet.-Buenas noches Abduet, nos marchábamos ya. ¿Quiere despedirse de su hija?-le ofreció Leonard.-No, no es necesario .Venia para pedirle un poco de generosidad y gratitud. Necesito 200 dinares y ya que voy a perder una hija….-Por supuesto -buscó en su talega y sacó una bolsa de monedas que la tiró al vuelo-Ahí tiene su compensación .El próximo día de plenilunio tendréis lo demás.-Muy bien, sabía que lo entendería-concluyó abduet –Buen viaje, MagoCon un ademan con la mano se despidió del padre de Instar, al que gracias a todos los dioses no vería nunca mas.El camino seria largo, antes de llegar al castillo debían visitar varios pueblos para convenir algunas transacciones. La pequeña Instar se ganó el corazón de Leonard por su fortaleza y carácter, pues nunca lloraba, ni cuanto tenía frio, ni calor, ni hambre, ni sueño. Se aclimataba perfectamente a las aciagas condiciones del viaje sin queja alguna.Pasaron 20 días cuando desde el altiplano de la comarca de Alfazthor se veía el castillo de Thuron, lugar que se convertiría en el nuevo hogar de nuestra pequeña hechicera.Allí aprendería magia, brujería, nigromancia e incluso los secretos druídicos. Se convertiría tras su juventud en la mejor hechicera del imperio. Hecho que le llevaría a servir al rey Ataulfo el Serio, como Hechicera real.Mientras, la hermosa Instar se convertía en la esencia del mal, muy lejos de ella, su hermana gemela crecía con el amor de su familia, y la amistad de sus amigos. Dulsthar correteaba tras los cerdos para subirse a horcajadas sobre ellos y así realizar carreras contra su amiga Lianna.A la edad de 12 años, Dulsthar y Lianna perseguían unas coloridas mariposas por el bosque cuando cayeron en un pozo. Las dos niñas quedaron inconscientes por la tremenda caída. A las horas se despertó Dulsthar sin reconocer su paradero, ni recordar que había ocurrido. Sola y atemorizada, no paraba de pedir ayuda hasta que la encontraron las hadas del bosque que la llevaron a su hogar en los arboles. Mientras Lianna, asustada por el estado de Dulsthar, marchó en busca de ayuda. Anduvo por el bosque sin rumbo, dió mil vueltas por aquella arboleda sin encontrar la salida, hasta que escuchó unos caballos que venían del norte. Se dirigió hacia ellos con la intención de contarles lo sucedido y que le ayudaran. Pero no tuvo fortuna.Aquellos hombres eran furtivos, la secuestraron y la llevaron consigo para venderla en su próximo destino.Lianna agotada perdió el conocimiento y cuando despertó no recordaba nada de su pasado. En el pueblo de Benithor se escapó en un despiste de su cuidador y se convirtió en una niña dela calle, hasta que topó con un Caballero Kartalda que le dió un nombre y un hogar. Se llamaría Sybarian y su hogar, el hogar del caballero Calvarían.
Desde el primer día en el castillo de Thuron, Insthar se convirtió en una estudiante ejemplar de carácter firme e infranqueable. Siempre andaba sola por las extensiones del castillo. Aprendió a montar a caballo y al manejo de la espada muy joven gracias a las lecciones del capitán del ejército que con un importante contingente mantenía a salvo a aquella comunidad mágica de posibles ataques.En el castillo seguía aprendiendo los secretos de las artes mágicas mientras compaginaba sus lecciones de guerra con el Capitán Petsius. A Insthar siempre le agrado la idea de convertirse en guerrera, sabiendo lo difícil que seria para una niña. Y así fue, con tesón y fiereza se vio cumplido su deseo. El capitán Petsius aleccionó duramente a Insthar y le enseño todos los secretos de la lucha, el tiro con arco y la monta de caballos, convirtiéndola con el tiempo en su heredera en la Comandancia del ejército y la gran pesadilla de los enemigos.En los primeros años en la academia, los demás alumnos ya la temían por su mirada gélida y su determinación. Insthar dejó de ser la joven estudiante extrovertida para regenerarse en Malar la guerrera implacable y eran frecuentes las escaramuzas contra bandos enemigos en los límites de Alfazthor donde ella participaba bajo la mirada aprobadora de Petsius y su protector El hechicero Leonard. Pero todo no era felicidad en los deseos de Malar, también había tiempo para enemigos menos cuantiosos y mas sigilosos. Enemigos en la sombra.El profesorado del castillo era cuantioso, la mayoría magos profesionales y con mucha experiencia, otros mas noveles pero con grandes ganas de mejorar. A Insthar, que tenia como tutor al propio Leonard que no perdía detalle de su evolución, le daba la asignatura de magia blanca una joven inexperta, prima del hermano del rey de las tierras verdes, qué se llamaba Khara. De tez morena, pelo negro y ojos inexpresivos, su pasión era la anatomía de los soldados del castillo, qué le distraía de sus obligaciones, actitud que enfurecía a Insthar. Otra materia muy importante para un buen mago era la nigromancia que estaba a cargo de Jonios, amigo de Leonard, un gran profesor que agradaba en gran manera a Malar por sus enormes conocimientos en hechizos y oraciones mágicas. Estell, otra de las profesoras, era de las hadas blancas, y enseñaba las artes feericas a los alumnos avanzados del castillo. Estulthor y Prothor, los dos últimos maestros y que menos gustaban a Insthar se encargaban de los conjuros y la telequinesis. Un elenco que buscaban ensalzar el mundo de la magia con nuevos hechiceros que ayudaran al imperio del rey.