sábado, 20 de octubre de 2007

AZIWA:CIUDADELA FEERICA III


El origen de Dulsthar y Lianna
Publicado el 20/10/2007
Por Insthar Malar

Cuando Dulsthar abrió los ojos no podía creer donde estaba. Era un lugar verde, fresco y acogedor donde por todos lados había pequeños seres que no paraban de aletear sus alas para mantenerse en el aire. Era una estancia repleta de naturaleza, ramas de árbol que se convertían en estanterías, paredes de enredaderas llenas de florecillas de colores que infundían tranquilidad y alegría, era una habitación en el interior de la madre tierra, en las entrañas del bosque mágico. Asustada se sentó y miró a todos lados escrutando cada rincón y cada cara de los que allí se habían congregado. Dulsthar no conocía a nadie ni sabia que hacia allí. Se le acercó una joven hada que le dió a beber un brebaje que ella rechazó enérgicamente.El hada se disculpó amablemente y se retiró.
Dulsthar intentó levantarse de la cama ,hecha de hojarasca y cañas, pero no pudo y cayó estrepitosamente al suelo por la debilidad de su cuerpo enfermo. Se acercó la joven hada a la que todos conocían por su poder sanador y dulce carácter .Era Everhis la que auxilió junto con un grupo de hadas a Dulsthar a volver a la cama.
- Quienes sois? Donde me encuentro? Porque estoy aquí?-preguntaba Dulsthar con lágrimas en los ojos
- Te encontramos en el bosque, pérdida y enferma, y la reina feérica mandó traerte aquí. No te preocupes enseguida vendrá nuestra reina –Explicó el hada Everhis.
Aun sin conocerla, Dulsthar sabía que podía confiar en su cuidadora, ya que la mirada de la muchacha le transmitía seguridad. Desde ese preciso momento, empezó una bonita amistad entre las dos muchachas que las llevaría a un sinfín de aventuras. Al otro lado del mundo, la nueva Lianna bautizada por su nuevo tutor como Sybarian, aprendía a ser una dama mientras tomaba una dura decisión que rompería el corazón del caballero Calvarían. Sybarian llevaba semanas pensando en su futuro y había algo que ansiaba con todo su ser. Deseaba convertirse en maga y entrar a formar parte del consejo de los Magos Kartaldas conocidos como los más sabios de todo el imperio.La decisión fue tomada sin contar con el beneplácito de su tutor que recogió con estupor y tristeza la noticia.
- Marcel, me voy.- Syb decidió ser contundente y no andarse por las ramas ,sería más fácil para ambos.
De Calvarían no recibió respuesta.
-Marcel ¡¡ me voy a la colonia mágica del bosque de Swalior.-Syb enfadada por ser ignorada , subió el tono de sus palabras.
-Ya veo que has decidido sin mi, entiendo que ya no me necesitas – enfrascado aparentemente en su hobby de destilar para conseguir orujo, un licor muy conocido en el lugar e importado de la tierra de los astures, sé deshacía de dolor por dentro por la decisión de su niña.
-Si, es mejor así. Quiero cumplir mi sueño y debo alejarme de tu protección. Me iré mañana al alba. Tengo mucho camino que recorrer.-informó Syb
-De acuerdo muchacha, así se hará – Sin mirarle a esos ojos verdes que le desgarraban el alma se despidió hasta mañana de su querida Sybarian. Ella empezaba una nueva vida y a él se le partía la suya.

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