La
leyenda precedía a la imponente silueta del gran luchador,ahora
convertido en el Rey de la arena y la batalla. Tras muchos años de
innumerables enfrentamientos , que llevaron a cientos de agerridos
gladiadores a perecer bajo su potencia física,y siendo victimas
de su analítica estrategia,Markus Thorus disfrutaba de su victoria.
Una
tarde plomiza, donde las nubes preñadas no querían perderse el gran
espectaculo que acontecería en unos instantes, en el coliseum. Dias
atrás, Markus Thorus había viajado en busca de carnaza para sus leones, y
gladiadores para el espectaculo de esa tarde. Consiguiendo un gran
contingente de fornidos hombres habituados a la guerra, huidos de los
ejercitos y preparados para la lucha, que presagiaba una intensa
jornada.
Era un dia especial, pues aunque nadie lo sabía, en unas horas, él volvería a luchar....
En
los calabozos, esperaban su destino, decenas de hombres expectantes
ante su futuro más inmendiato y sabedores de sus pocas posibilidades de
seguir con vida. Entre ellos, un soldado más menudo, pero con
habilidades especiales, procediente de Oriente, donde había aprendido el
arte de la guerra de manos de un prestigioso Samurai ,desconocido para
los occidentales, ignorantes de esa cultura.
El
silencio reinaba en los calabozos, tan solo los pensamientos rumiados
por aquellos que se enfrentan a la muerte, alimentaban el vacio de la
estancia.
En
la soledad de su rincón, Yrianus meditaba, visualizando una lucha
cuerpo a cuerpo, mientras sus musculos se tensaban al movimiento de su
imagianción. Cada giro de su cuerpo se grababa en su memoria, recordando
las valiosas enseñanzas de su maestro.
El
bullicio comenzaba a llenar la plaza. Los reconocidos gladiadores
pasaban entre burlas delante de los pobres soldados hambrientos y
desgastados, que esperaban su turno en los calabozos. Tan solo, él
permanecia iperterrito al acoso de estos.
Markus
Thorus apareció entre vitores en el palco, donde esperaba el emperador
Flavio ,el comienzo del espectaculo. Pocos minutos más tarde, el primer
combate, elevó el ánimo del público. Tras varios sangrientas
luchas ,exterminadoras de perdedores, aniquilando a los débiles,se
abrieron las rejas y apareció el joven Yrianus.
Un
joven delgado ,pero con fortaleza en sus brazos, que en unos instantes
mostraría su mayor habilidad ,la agilidad y los golpes secos y
estrategicos que levarían a dos gladiadores a besar la arena del
coliseum.
Markus
Thorus, se levantó de su silla y de un salto cayó en la arena. Delante
de todos, proclamó el destino impensable del joven guerrero.
-
Esta noche ,las estrellas han iluminado tu camino, muchacho. Con la
grandeza de perecer bajo el mas grande gladiador que ha conocido
Roma.....Markus Thorus.....Hoy lucharás contra mi.
La sorpresa causó terror y algarabia en las gradas , pues conocían el poder inusitado de Markus y su gran destreza en la arena.
La
lucha comenzó,golpes atrevidos y arrogantes de Markus que tan solo
bailaron con el aire, con la nada. Malhumorado ,condensó toda su furia
contra el joven escualido que tenia frente a él. Este se elevó por los
aires, volteando su cuerpo para flotar sobre su cabeza ,al tiempo que le
golpeaba la cara con su pierna. Asombrado, se abalanzó sobre el ,y
agarrandole por las costillas ,sintió algo extraño en su piel, que le
perturbó. Asustado por sus sensaciones a tocar a ese joven, se echo
atrás...le miró al pecho y una idea sorprendente le vino a la mente.
- Eres una mujer .... susurro al viento.
- Eres una mujer ...gritó mirandole a los ojos.
Ella, le miró a los ojos y respondió.
- Sí, soy una mujer ...pero puedo luchar como un hombre.
Ante
el estupor de la grada, Markus llamó a los guardias y le instarón a que
la llevaran de nuevo a los calabozos. Los cuchicheos se hicieron
intensos, y el clamor extremadamente ruidoso.
Para
mitigar la exaltación ,Markus mando abrir las compuertas de los leones y
soltar varios insurrectos para el festin de los salvajes, mientras en
su mente seguía latiendo la increible sensación electrica que le había
recorrido el cuerpo, al rozar la piel de esa mujer......
Insthar
No hay comentarios:
Publicar un comentario