lunes, 18 de julio de 2011

NADA



Un minúsculo grano de arena engullido en el infinito. Una pequeña partícula en un descomunal universo. Una lágrima de sal en un inmenso mar , exento de abismos y horizontes. 
Sus sentidos se enervan buscando los limites del espacio que le absorve, dibujando los bordes de chocolate de su cuerpo en ese lugar. Nota las vibraciones , las energías fluctuantes de lo que le rodea, las carcajadas de las amapolas, los suspiros de las golondrinas, el babear de los caracoles en su incierto y languido camino, incluso las patitas de unas luciernagas, que imagina que serán del color del arcoiris.
En la huida del sol a sus aposentos de rey, aparecen las noches frias y silenciosas, tan solo rotas por las lugubres conversaciones pausadas de los buhos, conspiradores de ojos penetrantes, capaces de observar en la más petrea oscuridad. Aullidos de lobos sedientos de pasión, que presentan sus colmillos, ante la impotencia de desear unos ojos de gata. Confidente fiel, la luna, que advierte la desazon y aplaca con su brillo su ferviente deseo. 
Y la noche cae con su ejercito de estrellas sobre mi delicada textura. Despacio se acerca, noto el negro de sus intenciones, sus risas jocosas. Como un oscuro veneno ,espeso y mortifero se va adueñando de donde antes, correteaban los bichitos bola, donde las mariposas jugaban al escondite con los cangrejos, donde las espigadas orquideas, alertaban de la llegada de las hormigas moradas, conocidas por sus salvajes pellizcos. 
La nada absorvia este pequeño cuerpecito, que se sentía pesado y triste, anquilosado y fatigado. Las emociones dejaron de ser su bandera, la sonrisa ya no sonaba como pequeñas piedrecitas en su bolsillo, ni el murmullo de los cantos rodados a la llegada de cada ola, era su melodia. El mar no se mezclaba con el olor de encinas, ni entía la fina textura del mousse, ni la miel. La nada le habia absorvido ,le habia ahogado como una pequeña gota hace naufrgar a un grano de arena. Y naufragó, y sintió como si fuera una playa entera, imposible de movilizar, y quedó atrapado en esa gota de agua negra y sucia, por donde no traspasaba la luz del sol ni la alegría de las abejas. Y desfalleció ..... por la NADA.

Ese instante , en que sientes la nada rozar tu cuerpo, y como la picadura de una medusa, colapsa tu sistema nervioso, inunda tu ser de un dolor inaudito y de una pesadez inamovible. En ese preciso momento, en que no puedes articualr ningun movimiento, porque no hay nada ... nada que te anime a realizarlo, tan solo, queires quedarte lo más quieto que puedas, hasta que el veneno de la medusa ,pase.... la nada pesa demasiado....

Insthar

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