
Escuchadla mientras leeis.
Cada noche acompañaba tu respiracion cadenciosa. Cada noche miraba tus pupilas buscando la luz que tiempo atras iluminaban tus ojos. Cada noche sentia tus caricias heladas en mi piel sedienta de tu cariño. Cada noche te sentía mas ausente, mas lejana, perdida en miles de laberintos que te alejaban de mi lado. Y esa tarde, lo supe. Cuando la sonrisa habia perecido en tu rostro, y las ventanas de tu alma pintaban un gris oscuro. Entonces lo supe. Hacia tiempo que tu mente habia volado por verdes prados , que habian desempolvado tus alas de mariposa y volabas por sueños de algodon. Me acerqué a ti, aguantando esta estructura de huesos y musculos que optaba por derrumbarse a tus pies por lo inevitable, pero te queria demasiado como para perderte para siempre. Aunque tus besos no acariciaran mis labios, aunque tu risa ya no fuera mia, aunque mis brazos no rodearan tu grandiosa esencia y mis caricias no erizaran tu piel, siempre estaria cerca de ti.
Tus pasos se alejaban de mi, caminabas a otro lugar. Un lazo invisible pero tangible se extendia, a veces se tensaba tanto que sentia como si mi corazon fuera a escaparse de mi pecho para seguirte. Y una parte de él, siempre viajara contigo, hasta que te esconda bajo cientos de almohadas en un rincon de mi memoria.
Esa tarde, me encontré una mariposa azul en el parque ,parecia timida, temerosa y triste, pero sus alas se movian con fuerza. La cogi en mis manos y le ayudé a volar. En mi alma, una batalla de sentimientos, el hermosos vuelo de esa bella mariposa me llenaba de orgullo y alegria, pero ... su marcha me oprimia los pulmones . Triste y melancolico ,gire sobre mis talones y marché hacia mi palacio de cristal, cunado esa mariposa aleteo hacia mi mejilla y me besó.
Te amo para amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz.
George Sand (1804-1876) Escritora francesa.