sábado, 10 de diciembre de 2011

... EN SU LECHO...



En la oscuridad de una madrugada renovada, las bella melodía caracoleaba por entre mis sentidos, mientras sus manos dibujaban deseos en mi espalda. La miel de sus besos despertó el calor en mi piel, y la pasión de mis manos. Sus susurros descendieron desde mi lóbulo hasta el valle de mi ombligo, sonrieron a las caracolas de mi nuca, para girar con suavidad y descender mi cuello. 
Sus largas piernas rodearon las mías, acercando su sexo donde la espalda rebosa de alegría, sus brazos colmaron de sensaciones mi pecho que antes dormía, mientras a mi espalda sentía el fulgor apasionado de un latir desbocado, que como cientos de caballos relinchaba por mi algarabía. 
Su calor se hizo mio, despertándome del letargo, donde escondido se quedaba mi cansancio. Y ahora, hervía mi deseo entre sus brazos, mi anhelo entre sus labios y mi pasión acurrucada en el valle ardiente, que reposa ante tus piernas. 
"Nunca dejes de besarme" 
Y la luz de su mirada me recubría con un manto de lujuria. Frente a ella, sintiendo la desnudez de su alma, con su cuerpo pegado al mio, celoso del oxigeno que la rodeaba, que le robaba caricias prohibidas que tan solo eran mías. Le dije que la quería, que la amaba , que mi piel se desprendía de mis huesos cuando no la veía. Y ella sonrió, y lamió mis labios ,excitando mi hombría. 
Sus manos recogían mi rostro, mientras el caramelo de su boca se fundió con la mía, y mi lengua la buscaba ansiosa, acariciando sus labios, su cuello hasta desmayar en sus pechos para despertar  , con sus mordiscos en mis pezones.
Y subió a mis caderas, y meció su cuerpo al compás del infierno, y amarró mis manos con su perversa mirada, mientras me ahogaba en un delirio frenético, que le gritaba. Cada ápice de mi estructura se derrumbaba ante su vil tropelía, un frenesí alentado por la pasión que la abría, pero yo sabía que estaba en sus manos, y ella sabía que estaba en las mías. Y mordía su labio, y yo la sentía, y sus pechos me apuntaban y yo los seguía, y mis manos atropelladas por su osadía. Y su fuerza me perturbaba por cercenar mi sueño, tener sus senos en mis labios secos. Secos de su agua, secos de su sexo. 
Y la locura se cernió a mi cuello y derribo a mi amada, y su empeño. Y la hice mía en mi lecho. 
La colmé de excesos, de arrebatos y cerezas . La escuché gritar mi nombre, me perdí entre sus gemidos, desbordando mi fervor por sus latidos y sentí su calor inaudito ... me quemé en el infinito.
Arder en sus brazos, gemir en su regazo , sentir el amor de sus besos, de sus caricias, de sus silencios.
"Nunca dejes de besarme"

Insthar

TOO LATE




El silencio se esparce por la noche , al tiempo que el sol cae rendido en los brazos del mar. La llamas de las largas velas se ha perdido tras el brillo de la luna, que traspasa las paredes, rebosando esta estancia del frío perturbador de su esencia plateada. Los platos intactos reposan deprimidos en la mesa, las flores se han marchitado, a pesar de nunca haber florecido. La ilusión se ha escondido tras el sofá, esperando que el cansancio y la noche, haga desaparecer la desesperanza. 

El sonido del camión de la basura, advierte que es demasiado tarde, para vestir elegante, y para guardar los restos de un amor de fraude. 
Su mirada cabizbaja, y sus sentidos colgados de una pared demasiado vertical para ser escalada, los pies inertes se desprenden de sus zapatos, y sus manos del vestido de sueños que estilizaba su silueta, y que rebozaba su corazón en flores de colores. 
Sin inmutarse, arrastro los platos hasta el final de su mesa, el vestido recién estrenado y las velas terminadas ... y lo dejó todo en la puerta de su casa. En una bolsa, que entre huesos y ensaladas, descansaban cientos de sueños, y tiritas del alma, vestidos de fiesta y hasta desnudos de gala. Sueños y deseos en bandejas de plata, que serán banquete de ratas.
Esperó unos minutos más, desnuda en su puerta, envuelta en una fina capa de esperanza .... disipada por su tardanza. Demasiado tarde, la puerta ya está cerrada.



Insthar

... PROMETO HACERTE DAÑO ...



...Prometo hacerte daño .... esas son las palabras que palpitaban en su mente ,mientras los largos alfileres penetraban en su espalda, buscando, sin piedad, clavarse en sus nervios. Paralizar sus extremidades,  permitiendo que sus sentidos permanecieran inalterables.Creando una aura de dolor inaudito, por el que cualquier persona caería inconsciente al suelo, mientras ella, con la calma en su mirada y una sonrisa sarcástica en su rostro, esperaba su turno.
Ya no sentía nada, el antídoto de su odio y la ilusión de la venganza actuaban de morfina extremadamente potente a esa tortura, provocando la ira en su captor, negado en su deseo ante la fortaleza insospechada de ella. Iracundo, comenzó a gritar ,exigiendo que su rostro inexpresivo rompiera en llanto ,que suplicara por su vida, que cayera al suelo, despojada de su honor para besar los pies de su amo. 
Y en ese preciso instante cuando los golpes marcaban su piel por la rabia de la prepotencia y la frustración...cometió un error..
Soltó las cadenas que la tenían condenada a ser la pareja de baile una pared mugrienta, para rodear su grácil cuello con ellas. Alejó los extremos de las cadenas dejando entre ellas, su garganta, que poco a poco perdía su grosor, impidiendo el éxodo del oxigeno a sus pulmones. Mientras perdía el color de su tez, su captor sentía en su piel ,el triunfo , la sensación de poder que tanto ansiaba. 
Pero, las manos de ellas, ahora libres, encontraron compañeros de batalla, las dagas que escondía en la cara interna de sus muslos, encontraron su objetivo. Perturbado y comprimido en su deseo mortal, no vio como ella sacó las dagas y cortó su vena femoral, solo en el instante en que la fuerza se escapaba de el, por su sangre que manaba silenciosamente,de los grandes cortes que contaban sus piernas. Cayó al suelo...y entonces ,ella sonrió. 
Tras asegurarse que sintiera cada acción en su cuerpo, sin desfallecer, lo subió a una camilla y lo encadenó. Con un objeto punzante y de punta plana, comenzó a hablarle.
- Hacía mucho tiempo que te deseaba ver en mis manos. Te di la oportunidad de matarme, y tu descontrol , tu pasión inconsciente perturbó tu cometido. Has sido un jugador muy estúpido ... aunque tus maniobras me han ocasionado unas sensaciones magnificas. Espero que te haga disfrutar tanto como tu a mi.


Su lengua acarició su cuello hasta morder su lóbulo," no hay nada que me excite tanto como el miedo. Tu miedo." Se subió a horcajadas sobre él, y acarició con sus manos toda su espalda, aprisionando sus costillas hasta hacerlas sonar. Volvió a pasar sus manos hasta partirlas, y escuchar un grito ensordecedor de la boca de su cazador cazado. 
- Humm, ya siento como tus pulmones se encharcan ,despacio.... que hermoso es el amor, pequeño.
Cogió un utensilio de punta plana y muy afiliado y lo apuntó a su columna, entre sus vertebras hizo un inciso y lo clavó. 
- Entre las vertebras hay unos discos esponjosos, que no necesitarás a donde te diriges. Sentirás un escalofrío embriagador que recorrerá toda tu espalda, hasta enervar los sentidos y paralizar tus extremidades. Lo sentirás hasta que lleves tres días muerto, hasta que los gusanos comiencen a comer tu carne.Seré como el amor que nunca has sentido, mi recuerdo dolorido te seguirá hasta el infinito y es que, como cunado te enamoras, Tú te equivocaste buscando enemigo.
 Tras siete discos perdidos, bajó de su enemigo ... postrado en una camilla de metal, el horror y el dolor pintaba de blanco su rostro. 
Las ruedas de la camilla, sonaron chirriantes en su camino al horno crematorio. 
Decían que solo el fuego ,deshace las almas perdidas, los aniquiladores de sombras y aquellos que sembraban el miedo en la gente de bien. Y ella, había terminado con él, en vida .... y en su muerte.


...Prometí hacerte daño ... y siempre cumplo mis promesas.




Insthar


sábado, 26 de noviembre de 2011

LA SUERTE DE LA LIBELULA


Hay momentos en que piensas que algo te persigue, a veces son malas noticias, malos augurios, flechas de cobre que marcan tu piel, para recibir la sal del mar en sus heridas. Otras son mensajes de pequeños duendes , flashes del futuro , luces que te indican por donde seguir en el tunel en el que te encuentras. Todas captan tu atención.



De largas patitas, cuerpo esbelto de finisima cintura, siempre se veía por lsa nubes ,colgada de sus preciosas alas alargadas. Pero hoy, caminaba pensativa, mirando entre las heirbas altas. El desanimo pintaba su sonrisa de agrio color, su mirada lucía pero solo para ocultar su pesadumbre. Intentó colar, pero al segundo ,caía al suelo ofuscada en l oque ocupaba su mente.


Una pequeña ardilla le preguntó :


- Libe, que te ocurre ,porque no vuelas?


La ,siempre jovial libelula, le miró con el ceño fruncido y le respondió:


- No puedo ,estoy buscando mi suerte ...


Sorprendida, la ardilla le dijo :


- Como que buscando tu suerte?


- Te lo voy a explicar, esta mañana rose la mariquita, me ha dicho que los vientos del norte le susurraron al oido que la suerte hay que buscarla. Ella no entendió muy bien que querían los misticos vientos, pero .... Yo quiero mi suerte¡¡¡¡


La ardilla, la miró y sonrió.


- Pero Libe, no creo que tu suerte este bajo esas hierbas, incluso no creo que esperando sentada en tu seta, encuentres tu suerte...


- Entonces es que yo no tengo suerte???


- Yo no puedo responderte a eso ... pero si que te peudo contar algo. Esta mañana me desperté y aunque cansada, me levanté y me recorri la mitad de los arboles del bosque , encontré 3 bellotas¡¡¡¡. Esta tarde, volvi a recorrer el bosque y encontre 2 bellotas.... crees que he tenido suerte?


- Muchisima suerte¡¡¡¡


-Jejeje, no amiga, he tenido bellotas ....


Sorprendida, la libelula la miró y entendió lo que su amiga le quería decir....


La busqueda comienza ,pero no busques a la suerte ...si quieres bellotas.

Insthar


domingo, 25 de septiembre de 2011

MARIPOSAS EN EL CORAZÓN

Con la mirada al infinito, esquivando los árboles que protegen mi guarida, saltando por encima de los grandes monstruos de cemento, mi alma se eleva por las nubes, buscando el infinito, mientras sobrevuelo el mar. Pensar en las mariposas hace que vueles como ellas, que no haya más que aire que acariciar en este vuelo al deseo, a la libertad, a los sueños. No hay nada más…

Recordar que son esas mariposas en el estómago, que se siente cuando ese hermoso lepidóptero aletea sus coloridas alas dentro de ti. Como esos movimientos, paralizan todo lo que te rodea, y centran tu atención en eso que lo ha provocado. La maravillosa sensación de ese cosquilleo, que se revela como pequeños niños traviesos, correteando por todo tu interior, produciendo un vértigo que te paraliza pero que te lanza sin paracaídas a las más increíbles aventuras.

Y sigues con la vista inmersa en su piel, nadando en las olas de su risa, para flotar en el azul de sus ojos. Los mismos que te han atrapado, los mismos que tan solo con una mirada te han lanzado al abismo de lo incierto, de la extraordinaria y delicada ruleta del amor, del deseo o simplemente, de la curiosidad. Una sorpresa que tiñe tus segundos de burbujas, de palomitas de colores, de nubes de algodón. Y es que esas mariposas, escondidas en tu corazón, salen a bailar por entre tus costillas cuando alguien…. Abre las puertas de su jaula. Cuando alguien, consigue rozar tu corazón sin herirlo, en ese instante donde la conexión entre los dos se entrelaza como cintas de colores en un baile de colegio. Sin palabras…porque las mismas mariposas entorpecen el camino de las palabras, está todo impregnado de las emociones, de sirope de sentimientos entre bombones de ilusión con nata. Y una sonrisa sincera, emitida en radio frecuencia desde tu henchido corazón, es la única respuesta fiel, inocente y dulce al colapso de tu alma. Y flotas, y las mismas mariposas te elevan cogiéndote de tus ropas, que aparecen trasparentes, porque con tu sonrisa has mostrado tu más recónditos sentimientos.

Mariposas en el estómago … que aparecen con un amor, o un deseo. Alguien o algo nuevo que sorprende y suscita un ineteres que a veces no sabrias exzlciar,tan solo un imán te acerca a ello. Otras , el peso de tus deseos, que se agolpa en tu estomago, en tus barzos como pequeñas alas, o puas de erizo que se clavan en tu piel, para alertarte a cualquier fallo, o caer en él. Mariposas, hormiguitas que caminan por tus peirnas, o simlemente libelulas que se posan en tu nariz. Sensaciones de que algo hermoso está por acontecer, algo tan bello que consigue posar sus dedos en tu corazón despertarlo del letargo rutinario del dia a dia, esa llave que abre las compuertas de la caja donde estan las maripsoas azules, y los mismos que quitan los alfileres que las tenian quietas y las hacen volar.... en si, no es algo magnifico y extraordinario que eso ocurra?? que le den vida a tu corazón, al interes, a la ilusión?
Yo quiero tener mariposas en el estomago, que desborden mi s entrañas de ilusiones, y alboroten a mis pulmones , que se balaceen en mis costillas y reboten en mi abdomen...yo quiero sonreir sin parar, que mis ojos resplandezcan como las estrellas , que toda mi piel se vista de luz, y rebose alegría...yo quiero tener mariposas en mi estomago, que vuelen hasta mi boca y salgan bailando entre volteretas y tirabuzones, ...yo quiero que se acaben las palabras y tan solo, sienta tu mano en mi corazón ,tu labios en mi alma....
Yo quiero tener mariposas en el corazón ....
Insthar

domingo, 18 de septiembre de 2011

IRACUNDO

Inapreciable incluso para ella, pero inmensamente destructivo. Bajo la superficie, se resquebrajaba la tierra, bajo el imparable avance del fuego iracundo, de un interior alquilado por la negrura de los infiernos. El mismo diablo alentaba las salvajes llamas, de un alma desconcertada, que se dejaba llevar por el aliento pérfido de la oscuridad. Con brutales explosiones que detonaban al contacto con las pequeñas bolsas de oxigeno ,esperanza y alegría, que escondidas tras las raíces ,buscaban la libertad para encontrar el óbito más cruento. Los gritos de auxilio se evaporaban con los gases tóxicos de tristeza y melancolía, que hacían camino tras la tierra empapada en las lágrimas de impotencia y frustración ,por su incierto destino .
En la superficie, grandes lineas ,que con el transcurrir del tiempo y el veneno maléfico , separaban campos de sus ríos, aislando las fuerzas de las ilusiones, los arboles de las plantas.
Las lenguas de fuego emergieron abruptamente de la oscuridad de los infiernos, del interior amargo de una materia repleta de vida, que ahora desprendía su vitalidad, en una lucha sin cuartel ante la espesa negrura, de la apatía mas destructora.
La hierba se prendía ,abatida ante la tragedia inminente de su desaparición.Ante el ocaso de un prado verde, que comenzaba a convertirse en una basta extensión de muerte. Gritos ensordecedores ,alentando a los dioses a que mitigaran un intenso dolor, angustia reflejada en los ojos de la tierra, que angustiados y encogidos dejaban de luchar, contra el imponente fuego de la ira.
Unas gotas cayeron del cielo, calmando minimamente el dolor inaudito de su piel quemada. Una tromba de agua regaló la calma a la tierra, que descansaba bajo la delicada y fresca lluvia. Gotas que finiquitaron la existencia de las lenguas de fuego. Gotas que limpiaron el oscuro cielo de negros pensamientos. Gotas que deshicieron las lágrimas de tristeza de un rostro hermoso.
Como el oxigeno,la tierra necesita esas gotas para curar sus heridas, para reverdecer sus plantas, para dar de comer a sus raíces....para aniquilar los susurros hirientes .
Insthar

domingo, 28 de agosto de 2011

LA CENA

 
El timbre sonó. Habían abierto una nueva noche para celebrar un nuevo año. Todo estaba preparado ,la luna colgada junto a las estrellas, recién traída desde el lago más hermoso de los pirineos, las estrellas ,con sus mejores galas ,iluminaban tenuemente ,el jardín de la casa de la anfitriona. Los cubiertos descansaban ante la inminente jauría de salvajes comensales, que les agarrarían ,con ansia muchos ,y otros con delicada sutileza. Pero más temor debían tener los aperitivos, y el plato principal, que conocían su destino mas inminente.

El timbre volvió a sonar, haciéndose notar entre la música animosa que atronaba por toda la casa y el jardín. La anfitriona con una inmensa sonrisa y los cartuchos de felicidad al cien por cien ,abrió la puerta, mientras se reía de la ultima ocurrencia de su amiga chistosa. Giró el rostro ,dejando a un lado las muecas imposibles de su bufón particular y miró a sus invitados. El vaso que reposaba en su mano cayó al suelo, el blanco cobró protagonismo en su rostro.

- Hola Lucía , espero que no te importe ,he traído a unos amigos.

A su lado , la pétrea muerte le saludaba ,con su guadaña pegada a su manos huesudas. Tras ella, el fracaso miraba cabizbajo a la anfitriona.A su lado, el dolor jugaba con el pelo de su amiga. La tristeza pegada a su espalda tiraba de ella, para esta no avanzara.

Lucía despejó la entrada y los dejó pasar, sin perder la incredulidad en su mirada.

Sus nuevos invitados caminaron por la fiesta, aplacando las energías vigorosas de los invitados, apestando de negrura la noche, incluso la luna fue a cubrirse tras las nubes.

- Irene, perdona .... pero porque has traído estos amigos tuyos?

- Lucía, siempre van conmigo.

- Pero podrías cambiar de amigos ¡¡¡

- Mi pequeña ...jeje ... hay muchas clases de amigos. Aquellos que son muy importantes y lo que son simplemente conocidos. Yo conozco al fracaso pero es al éxito al que guardo en mi bolsillo. Tb conozco a la tristeza, pero no por eso, no dejo que ligue con ese chico .... es a la esperanza ,a la alegría la que conservo en mi mano. Tb conozco el desamor ... pero es al amor a quien conservo en mi corazón. Y la muerte ... se que vendrá algún día a llevarme con ella, pero mientras estoy ligada a la vida.

Irene se abrió el vestido de gran escote que portaba y le enseño, al amor abrazado a su pecho la alegría correteando por su piel, y la vida perfumando su silueta.

Lucía quedo maravillada pero quedaba otra pregunta.

- Porque de todos los invitados ,tan solo tu ,posees estos amigos?

- No por no verlos , significa que no estén ...

Hay días en los que el fracaso, la tristeza ,el desamor ,el miedo van a visitarla. Le colapsan la mente con vídeos crueles que torturan su alma, pintándola de negro, siente como la muerte le acaricia su cuello, como la tristeza inunda sus ojos de impotencia, y como el fracaso se acomoda a su lado en el sillón. Pero, como toda visita algún día se irán de su casa ,de su vida... como todas las visitas ,depende de uno mismo ,mantenerlas a tu vera.

 
Sé que volveréis, pero no penséis que os quedaréis a la cena....
 

lunes, 18 de julio de 2011

NADA



Un minúsculo grano de arena engullido en el infinito. Una pequeña partícula en un descomunal universo. Una lágrima de sal en un inmenso mar , exento de abismos y horizontes. 
Sus sentidos se enervan buscando los limites del espacio que le absorve, dibujando los bordes de chocolate de su cuerpo en ese lugar. Nota las vibraciones , las energías fluctuantes de lo que le rodea, las carcajadas de las amapolas, los suspiros de las golondrinas, el babear de los caracoles en su incierto y languido camino, incluso las patitas de unas luciernagas, que imagina que serán del color del arcoiris.
En la huida del sol a sus aposentos de rey, aparecen las noches frias y silenciosas, tan solo rotas por las lugubres conversaciones pausadas de los buhos, conspiradores de ojos penetrantes, capaces de observar en la más petrea oscuridad. Aullidos de lobos sedientos de pasión, que presentan sus colmillos, ante la impotencia de desear unos ojos de gata. Confidente fiel, la luna, que advierte la desazon y aplaca con su brillo su ferviente deseo. 
Y la noche cae con su ejercito de estrellas sobre mi delicada textura. Despacio se acerca, noto el negro de sus intenciones, sus risas jocosas. Como un oscuro veneno ,espeso y mortifero se va adueñando de donde antes, correteaban los bichitos bola, donde las mariposas jugaban al escondite con los cangrejos, donde las espigadas orquideas, alertaban de la llegada de las hormigas moradas, conocidas por sus salvajes pellizcos. 
La nada absorvia este pequeño cuerpecito, que se sentía pesado y triste, anquilosado y fatigado. Las emociones dejaron de ser su bandera, la sonrisa ya no sonaba como pequeñas piedrecitas en su bolsillo, ni el murmullo de los cantos rodados a la llegada de cada ola, era su melodia. El mar no se mezclaba con el olor de encinas, ni entía la fina textura del mousse, ni la miel. La nada le habia absorvido ,le habia ahogado como una pequeña gota hace naufrgar a un grano de arena. Y naufragó, y sintió como si fuera una playa entera, imposible de movilizar, y quedó atrapado en esa gota de agua negra y sucia, por donde no traspasaba la luz del sol ni la alegría de las abejas. Y desfalleció ..... por la NADA.

Ese instante , en que sientes la nada rozar tu cuerpo, y como la picadura de una medusa, colapsa tu sistema nervioso, inunda tu ser de un dolor inaudito y de una pesadez inamovible. En ese preciso momento, en que no puedes articualr ningun movimiento, porque no hay nada ... nada que te anime a realizarlo, tan solo, queires quedarte lo más quieto que puedas, hasta que el veneno de la medusa ,pase.... la nada pesa demasiado....

Insthar

lunes, 4 de julio de 2011

ÓBITO


A mis espaldas ,el mundo . Frente a mi, la muerte.
El tiempo se esfuma, corre contrareloj mientras cientos de imagenes y recuerdos se presentan frente a mi, con el mar de fondo y bajo los golpes certeros de las baquetas en el centro de mi corazón.
La quietud matutina me absorbe ,hasta topar con la frontera infranqueable de mi cuerpo. La piel ardiente aleja toda intención de contacto generoso y bienintencionado. Las gotas que saltan del mar, mandadas por Neptuno para apaciguar mi árdor funesto ,se queman al contacto conmigo, caen rendidas a la evaporacion perdiendo la sal ,en lagrimas de frustracion.
Camino sobre las piedras como en toda la existencia, si nsentir ya ,la dureza y los cantos rotos que hieren mis pies, sangrando quejidos guardados en ese camino. Solo una meta ....perecer bajo el azul de este mar, mientras la guitarra entona mis ultimas blancas...
Fue la trompeta.....es sus sonido incisivo que penetra en tu piel hasta envolverla en abrazos salvajes. Fue esa trompeta, la que quito la ropa de este cuerpo ápatico y le dio la vuelta....
Esa trompeta, que me amo hasta desear morir de placer bajo el influjo de su esencia penetrante y excitante. El mismo, que enervo mis sentidos y que enardeció mi sexo ...enarbolando mis mejillas y sonrojando mis senos...la misma que conjugando ecuaciones imposibles ,accionaba los compuertas por las que derrochaba sensaciones que conquistaron mi alma, hasta derretirme de deseo entre sus botones.
Seguía acercandome a mi óbito,pero flotando en las piruetas de esta trompeta que penetró en mi ser, hasta explotar en una melodia hipnotica, esfervescente y lujuriosa.... que acalló los golpes de la bateria que me acompañaban a rellenar mis pulmones con sales de colores, que cortó las cuerdas de esa guitarra con la que las palmas guardaban quejidos negros..aniquiló toda sin razón, regando las margaritas que un dia cultivé en los jardines de mi palacio ,hasta hacerlas florecer ....
Un estallido de luz me devuelve de esta danza funebre, gritos, el color rojo , sombrillas y una cruz..... al levantar la mirada....mi trompeta flotaba en el oscuro mar. Empapada sobre las piedras ,todavia sentía su fervor entre mis piernas.
Neptuno ... completó su orquesta.
Insthar

domingo, 3 de abril de 2011

TRISKEL (I PARTE)



Los gritos desgarradores alarmaron a toda la aldea. Los vecinos salieron de sus cabañas, siguiendo los llantos de dolor de una parturienta. Era la hermana pequeña del druida de la comunidad, Thuriel.
Él le acompañaba tratándole con infinidad de hierbas curativas, que a pesar de sus poderes, no consiguieron cesar el dolor inhumano de su hermana.
La luna parecía interesada en la criatura, pues su aura rozaba la tierra esa noche, alertada por un hecho mágico que llamaba su atención. Thuriel, sentía una energía poderosa que emanaba de la cabaña y de su hermana.
Apoyó su mano en el vientre abultado de Mirta, y su voz comenzó a fluir por la estancia. Apenas susurrada, se evaporaba como el agua del lago en un día de verano, esas palabras dulces y cantarinas que buscaban el descanso de su hermana.
Su respiración entrecortada, su tez pálida y las pocas fuerzas en su interior, provocaban en su mirada, un agotamiento que entristecía a Thuriel, que la sentía vencida por las circunstancias.
- Mi pequeña gacela, las estrellas están deseosas de bañar en plata a tu pequeña en honrarle con sus mimos, y en bendecir su andadura. Un último esfuerzo que dará vida a tu bebe, hermana se fuerte y lucha…
Ella le miró y entre lágrimas, gritó más fuerte, hasta sentir el diminuto cuerpo de su bebe saliendo de su interior, rasgando se carne a cada centímetro de su esperanzadora aparición en este nuevo mundo pero arrastrando tras él, el último aliento de su madre.
Cuando el bebe tocó las manos del Druida, comenzó a reír, asombrando a su tío, que miró con una sonrisa a su hermana.
Sus miradas se cruzaron. Miradas repletas de agradecimientos y paz. Momento en que ella, segura de con quien dejaba a su pequeña Duna.... se marchaba por siempre.
Thuriel, se acercó a su hermana y con hondo pesar, la despidió... con un beso en la frente.
Toda su atención, fue a para a la pequeña niña que seguía inquieta en el camastro entre risas y atentas miradas a todo lo que le rodeaba. Mientras las mujeres del pueblo preparaban a su hermana para la ceremonia de esa misma noche. Thuriel, limpiaba con paños de lino a su sobrina, inspeccionando cada centímetro de su piel. Cuando hubo limpiado con mucho amor y dulzura, el torso de la pequeña, y sus piernecitas, la levantó y se propuso limpiar su espalda. Absorto en todo lo acontecido, y pensativo en el futuro de esa pequeña, su atención se fijó en la zona baja de la espalda blanca de Duna.
La incredulidad, le dejó mudo. Una mancha oscura dibujaba en su piel, un triskel, símbolo druídico por excelencia, y que evidenciaba la importancia de esa niña, en el futuro del poblado y la cultura.
Esa sorpresa, eliminó cualquier atisbo de duda sobre ella, conocería los secretos de la magia junto a su tío, y tutor, el gran Druida de los bosques Artrul. Él la dirigiría para que en su ausencia, acompañara por el mejor camino a la aldea, y a su comunidad. La instruiría en las artes de la guerra y los poderes ocultos, hasta adiestrarla como una Druida importante dentro de la comunidad, un arduo trabajo que comenzaba esa misma noche. Su primera noche.
Thuriel inspeccionó detenidamente la marca de la espalda, mientras la niña jugueteaba con unas runas, tocaba su forma mientras miraba fijamente el dibujo que tenia cada una.
Thuriel, no salía de su asombro, esa pequeña princesa tenía en su piel, un triskel. Símbolo de su cultura que representaba el equilibrio y que como dicta las escrituras sagradas: "Tu mundo es una esfera sagrada...En su interior cohabitan las tres partes de ti, idénticas en tamaño, pero diferentes en naturaleza. Cada una de estas partes eres tú mismo y contiene tu evolución y tu alma. “Un símbolo que representa el equilibrio entre las esencias de tu ser, entre lo físico, espiritual y emocional. El símbolo de los druidas….
Y esta preciosa criatura estaba destinada al camino druídico, a dirigir a su pueblo.

Continuará...
Insthar





martes, 22 de marzo de 2011

YRIA


Yria se sontenía entre las más altas ramas del bosque, escondiendose de sus compañeras, que la buscaban. Ella siempre andaba entre juegos, y bromas ,a veces muy pesadas, que sus amigas aguantaban por la bondad de la joven hada, que tan solo deseaba sacarle el jugo de felicidad, a cada segundo de su vuelo.
Las tres amigas habían salido temprano a buscar luciernagas, para que esa misma noche ,el cielo oscuro se iluminara con todas ellas.
Yria, subió demasiado alto y en su volar frenético de alejó en exceso de sus amigas. Tras percatarse, intentó buscarlas, entre gritos y silbidos buscó la manera de volver con ellas a su casa, pero tras un largo rato y cayendo la tarde sobre ella, decidió descansar en una rama del árbol.
No sabía que hacer, se había perdido y no podía volver a casa, hasta que los pajarillos azules que cantaban al amanecer, no le indicaran su camino.
Absorta en sus pensamiento, no escuchó el sibilino caminar de una serpiente gigante que se acercaba a ella. Desde lejos, comenzó a emitir una melodia hipnótica con su viperina lengua. Un siseo que obnubiló a la joven Yria, que cayó prendida de ella, cuando clavó sus ojos en la bestia.
Hipnotizaba , era incapaz de entender el peligro que esta entrañaba, pues tan solo deseaba la fresca sangre del hada, que su vitalidad y alegría corriera por su cuerpo, convirtiendo a la bestia en una ser más ágil, más joven y más alegre.
Cada dia, la bestia observaba a esa hada, mientras su boca salivaba por el deseo de tenerla entre su cuerpo, rodeandola en un abrazo mortal, sintiendo el calor mágico que desprendia en cada aleteo. La excitación incrementaba con cada imaginación de esa vil serpiente, hasta encontrarse frente a ella, y con un deseo claro y ferviente.
Indefensa, frente a ella, Yria no escuchaba las plegarias de Irka, su amiga más guerrera, que le instaba a sacar de su muslo la daga que le arrebatara la vida a esa infame bestia. Oidos tapiados tambien a la racional Irenia, que le instaba a huir, a planear un plan para escapar de sus facues ,de un abrazo que la llevaría a perecer en una obsesión insana. Pero Yria, fundida con el azul del mar que contenia los ojos de la bestia, se zambulló sin más, en esa atracción fatal.
Frente a la bestia,que tan solo quería succionar su alegría inocente y el calor de su corazón. La indefensa hada guardó sus alas, y aún sabiendas ,que acabaría presa de sus fauces, se acercó a él, y acarició su mejilla con ternura y cariño.
Había caido presa de su fin, del ser que rompería sus alas, destiñendo los colores, deshaciendo la seda que formaban los dibujos de estas y encarcelandola en esa rama, en un mundo sin vuelos ,sin libertad.
Había sido atrapada, por la bestia que rasgaría su corazón, hasta que este se deshiciera con su sangre y tan solo, quedara un hueco en su pecho, por donde retumbarían los susurros de esa lengua infame.
Pero de todo es sabido ,que una hada no peude vivir sin alas. Que una hada es todo corazón y si, este se pierde ,ella muere.
Frente a la mirada azul de la bestia, Yria comienza a consumirse, su sonrisa se curva buscando la tierra, sus manos caen cansadas al lado de su cuerpo ,que cada vez es más diminuto. Su luz se esparce por el universo, buscando la luna de donde una vez emergió. Y su sonrisa, tan solo queda en la memoria de sus amigos.
Esa bestía, rozó con su larga lengua , su rostro apagado ....
Ýria, cayó al suelo, cerrando delicadamente los ojos, y con su último suspiro...le dió su vida.
Insthar

domingo, 20 de marzo de 2011

TEMERARIO


Rodeado de todo lo que su mente podía desear, los manjares más exquisitos estaban a su disposición con tan solo imaginarlo. Un lugar hermoso, repleto de flores.Un manto verde, por el que trascurría un riachullo preñado de peces ,y donde ,una boveda azul presidida por un inmenso sol, adornaba su techo. El paraiso.
Pero todos los paraisos dejan de serlo en algún momento. Su curiosidad le llevó a buscar más allá de las nubes, a dirigir su mirada a la lejania calurosa y ardiente de lo desconocido, sin entender que "él" ,todo lo ve y pronto cayó sobre el insignifcante humano toda la justicia divina.
Una mañana mientras prendía en su rostro una enorme sonrisa tras una instensa noche, comenzó a notar que el suelo nuboso que le sostenía iba perdiendo consistencia, hasta que un enorme agujero ,puerta a la nada, le lanzó al abismo más asfixiante y tenebroso.
El golpe fue tremendo, se escucharon por los alrededores, como su cuerpo caía al suelo con un sonido seco y estruendoso. Magullado y desconcertado tocó sus extremidades, verificando su estado de salud, que aunque dolorido ,no tenía ningun hueso roto.
La oscuridad se cernía sobre su sombra, que proyectaba la luna sobre las paredes de este extraño pasadizo. Dos muros enormes contenían un camino de cenizas y ascuas ,apenas calientes. Sus pasos lentos y cansados le trasportaban al mismo infierno. Cuanto más se acercaba, las ascuas de ese camino acrecentaban su fuego. Un calor que quemaba sus pies, derritiendo la piel de sus piernas, haciendo casi imposible el camino, pero inimaginable el pararse en ese lugar...pues terminaría consumido por las ascuas ardientes.
La locura, la desesperación comenzaba a brotar como pequeñas florecillas en su mente, ideas estrambóticas ,risas istrionicas que retumbaban en la noche, y que le acompañaron en los ultimos pasos hasta toparse con la gigantesca puerta del corazón del infierno.
El temor se había evaporado en ese misero caminar, dejando a un ser arrogante, y temerario. Gritó frente al portón, vilipendiando al señor de la fortaleza. Sus carcajadas precedían a palabras malsonantes y afrentas al mismo Lucifer, cuando ... el portón ,se abrió ,entre chirridos ,que asustaban y te anteponían en lo peor.
Caminó hacia las inmensas llamas que regían el centro del lugar. Tras ellas, un enorme trono ,donde esperaba Lucifer. Y a su alrededor, sus secuaces miraban al intruso ,iracundos y expectantes.
Su lengua lanzaba dardos enveneados, inconsciente de l oque sus actos le acarrearian. Como una metralleta, no cesaba de insultar al rey del territoria que pisaba, cuando se quedó mudo, y asombrado.
Lucifer, se levantó de su trono y bajo , con una malefica sonrisa en la boca. El estulto caballero, expulsado del paraiso, dirigió su indice hacia la figura que bajana los escalones de piedra ,tallados en la misma roca de esa cueva y dijo;
- Eres una mujer .... y estás muy buena...
Mientras la dama oscura caminaba hacia él ,segura y meditando, cual de todos sería su castigo .Llegó  frente al intrépido humano, que no habia cesado de dirigirle muecas desagradables y violentas, que no hicieron más que subir la temmperatura del lugar. Pero a este juego, este pequeño insecto no podría con la dama del mal.
- Bienvenido a mi guarida, caballero .
Su mirada te hundía en el delirio, eran como las llamas de su palacio, que te arrastraban a desear perecer bajo su latigo. Ella, se acercó a él, que inducido por una locura trasitoria no cesaba de parlotear, sin percibir la peligrosidad de sus actos.
Su osadía rozaba la estulticia. Una arrogancia que acrecentaba las perversas ideas de la dama oscura.La sabiduría se acercó a sus oidos, en un instante de lucidez, que n oquiso escuchar : " quien juega con fuego ,se mea en la cama" ... Pero era tal su altanería , que escapando entre risas, vaciló al rey del infierno... Y ya se sabe, el que se acerca a la hoguera, puede caer preso de las llamas.
- Bueno, pequeña ...me tengo que marchar que ya he perdido bastante tiempo con una zorra como tú, a la que seguramente, tu amado Lucifer, está poniendo la cornamenta con algun humana potente ... me esperaba algo más diabolico ,pero veo que hasta el infierno está descafeinado.
Entre risas dió la espalda a la Dama oscura ,a la que tales palabras no había herido su integridad, sino conseguir un buen plan, para hacerle sentir el calor del infierno....
Un chasquido antepuso a la caida del humano, al suelo. Ella había agitado el látigo hasta que ete se enredara en el cuello del intrepido joven.
Complacida, mientras veía como se retorcia por el suelo del dolor, lo arrastraba a sus pies, tirando del latigo y marcando por siemrpe su cuello.
- Levantate, valeroso capullo...
Las palabras se ahogaron en la garganta del atrevido joven, que comenzaba a atisbar la suerte que correría.
- Me puede usted repetir lo que ha dicho hace un instante ....
- No, ..solo era una broma..perd...
- No hay nada más despreciable que los que huyen de sus actos...esperaba un poco de hombría en este cuerpo de huesos y grasa putrefacta.
- Señora, no era mi intención ... : cabizabajo y suplicante, pedia compasion a la dama del infierno.
- Espero que te guste el fuego ....

Con un rapido gesto de muñeca, elevó el cuerpo endeble del joven y lo lanzo  a la hoguera. Entre gritos, este pudo notar como cientos de pinzas pellizcaban su carne deshaciendola en pequeños pedazos que daría de comer al ejercito de cangrejos de fuego que habitaban en la hoguera.
Mientras ,al otro lado y sentada en su trono, observaba complaciente .... la hermosa Dama oscura.
En el último instante, volvió a tirar el látigo hacia él .... y lo sacó de la hoguera. Él, gritaba al cielo, por perecer en la hoguera y no ser el juguete de esa mente tan vil y perversa.

"el que se acerca a la hoguera, puede caer preso de las llamas"

Insthar

domingo, 13 de marzo de 2011

FIRE


Pasaban las doce de la noche, el ambiente del pub aumentaba al mismo tiempo que las luces se atenuaban, dejando paso, a los felinos movimientos que despertaba la nocturnidad y el alcohol, que corría por las sedientas bocas,con lo que apaciguaban sus deseos más irracionales.
Apoyado en la barra, dejando que sus codos soportaran el peso de su atletica anatomia. Enfundado en su chaqueta de cuero negro, intentaba pasar desapercibido para la jauria de lobas ,que acechaban desde la pista de baile. Se giró hacia el barman, aburrido, de no encontrar aquello ,que andaba buscando cada jueves noche. Jugando con el último trago de su copa, decidió que habia llegado el momento de su marcha. De golpe, acabó con el último aliento de su copa y se giró en busca de la puerta.
Levantó los ojos, que segundos antes estaban perdidos por las baldosas del suelo, y .... el impacto fue brutal. A unos metros, clavaba su mirada en él, provocandole el colapso de sus pulmones, que pronto intentó controlar. La siguió con la mirada ,sin encontrar en ella ningún atisbo de timidez.
Sin perder la vista a sus curvas lujuriosas y a esa mirada cautivadora, sus pasos le llevaron a un lugar más apartado del pub, desde donde observarla.
Esa mujer le inquietaba,  mantenía bajo su mando el control del universo, de su universo, sin perder ni una pizca de espontaneidad. Sabia jugar con fuego sin quemar su piel, pero sintiendo la pasión de su calor.
A lo lejos ,miraba como bailaba con el acompañante de la noche, un fornido y atractivo joven que jugaba con sus curvas, sin conocer su peligrosidad.
El dj anunció una petición para esa noche. En el preciso instante que los golpes d ela canción comenzaron a volar por entre los cuerpos sudorosos y fervientes del local, ella giró su rostro y ....  provocó una ola imparable en mi cuerpo. Solo con esa mirada tan arrolladora conseguía arrasar cual tsunami mi alma. 
Apoyado en la pared, la miraba mientras ella jugaba conmigo. Su mirada fija en mi, mientras sus manos acariciaban su pelo, hasta parar en su boca, donde dibujar las deseadas curvas de sus labios. Recorriendo su cuello por donde, desearia perderme para descubrir el sabor de su piel, hasta amanecer en la calidez de su pecho. Una sonrisa pícara y altanera, prendía en su rostro ,sabiendo que estaba a su merced.
Sus caderas ligaban con las notas que flotaban en el aire, con movimientos sensuales y delicados ,pero eroticamente febriles, te abocaban a la locura. Su cintura emergía bajo su diminuta camiseta, contoneandose cual sepierte, en un baile exotico y frugal,que invitaba a mecerte en su danza lujuriosa. Sus manos recorrian su cuepro, con la portentosa insinuación de que fueran las mias las que calmaran su fuego.
Su acompañante buscó su premio, pero se encontró con el vacio.
Ella le susurró al oido ,y caminó hacia el fondo de la sala....fija en su objetivo y con el felino caminar que la caracterizaba, se acercó a mi..
Estaba tan cerca que  me empapé  de su salvaje perfume, ella me miró a los ojos, y al tiempo que me acariciaba el pecho .... me digo:
- La vida no está hecha para los voyeurs ....
Y se marchó ... marcando cada golpe de la canción con sus caderas....
A punto de la inconsciencia....él miró al suelo, y .... salió tras ella.
Insthar


martes, 8 de marzo de 2011

A LA DERIVA


No podría adivinar, el instante en que todo comenzó. No sabría decir, si fue bajo un sol de justicia, o una tarde de otoño bajo las nubes grises. O una noche estrellada con la luna más luminosa en lo alto del cielo. No sabría vislumbrar, que ocurría a su alrededor ,cuando lo inevitable comenzó a suceder.
Rodeada de otras barcas, algunas grandiosas ,otras más modestas ,pero todas amarradas en el puerto.
Un lazo a la tierra. Un vínculo con las demás embarcaciones, con los pasadizos de madera que conectaban cada amarre, con cada farola que alumbraba el puerto.
Desconocidas son las causas que lo desencadenó, pero la barca desvencijada, flotaba por inercia, arrastrada por la marea que la separaban de la tierra y tan solo protegida por el tímido amarre.
Una cuerda, como un brazo que se alarga desde la madera de la barca, hasta aferrarse a ese gran trozo de hierro, que es la única esperanza para no perderse en el mar.
La cuerda se desliza delicadamente, despacio,liberándo el nudo que la sujeta, mientras la barca siente en sus piezas, como eso ocurre.
No quiere mirar ,conoce su destino.
Ese brazo ,de largas fibras trenzadas que recuerda a una anciana despeinada ,y turbada de brújula estropeada,se va desenredando de las manos férricas ,de aquel que le agarra desde el puerto.
Inevitable, la barca se deja mecer por las caricias de las olas, mientras se aleja de la tierra. El vaivén ,recuerda a la mecedora que intenta relajar los músculos doloridos del anciano que espera, tan solo espera, su última visita.
Las olas elevan la barca y solo en ese instante, puede ver el puerto ,los barcos, su sonrisa y el abrazo de sus hijos. Solo ese segundo, antes de que la ola vuelva a bajar, recuerda lo que el horizonte se engulle con su caída.
Lentamente se aleja de sus recuerdos, de su vida, de su amarre y de los días en que el sol se posaba en su proa, para escuchar el canto de las sirenas, mientras en la popa, ella le sonreía feliz.
No tiene fuerzas, tan solo espera a que la luz se apague para siempre, en que el mar calmo ya no le muestre sus recuerdos nítidos en cada cresta de la ola. En que su corazón de madera no se resquebraje cada dia un poquito más, cuando su cuerpo cae sin remisión hasta las profundidades del mar.
Como poder soportar la cruel condena? ,de saber a ciencia cierta, que estarás tan lejos de la orilla, que ya nunca la verás, ni la recordarás ,que tan solo queda la nada, el mar infinito y salado ,que escuece en tus heridas.
Como soportar el ser consciente que todo ha terminado, mientras las demás barcas, las farolas, los tablones de madera y tu amarre, siguen viendote desde la orilla, y tu ya no les recuerdas ?
Un viaje incierto, despiadado y triste, que deja tu barca en el grandioso océano, a la merced de las mareas, pero con la certeza de que nunca llegará a puerto...ni siquiera las gaviotas volarán sobre ti. Tan solo te queda la soledad, porque tus recuerdos, se han quedado en la orilla ....se han hundido en este mar inmenso.
Una mirada te explica como se siente esa alma. La quietud del cuerpo te mostrará , la incapacidad de acción. Las palabras pierden su sentido ... cuando no se encuentra una solución, cunado lo inevitable toca a tu puerta ...y ni siquiera puedes decidir si abrir o no...porque ya estaba abierta.
Insthar

martes, 1 de marzo de 2011

DULCE SABOR ...



Hace días que dejé atrás la última aldea. Sin rumbo, camino al encuentro de mi destino. Bajo la noche más oscura, incluso la luna temerosa se esconde tras el horizonte. Mis pasos me han llevado a un bosque algo tétrico y fantasmal.

Escuchó las aguas de un rio cercano, que me muestra a lo lejos una cascada inmensa que cae fuertemente, a un lago de aguas claras. Mucho tiempo ha pasado tras el último baño, y no dudo un instante que merezco uno.

Mientras deslizo las correas que sujetaban las espadas a mi espalda, algo llama mi atención poderosamente. El crujir de las hojas secas que todavía pululan por el bosque, me saca del trance del magnífico baño que me llamaba con insistencia. Miro a mi alrededor, con mi cimitarra en la mano, pero tras unos instantes, decido relajarme y pensar en una ardilla juguetona la causante de esa inquietante sorpresa.

Deshago los nudos que aferraban a mi muslo, las afiladas dagas de ámbar verde, y me despojo de mi sarawil, recuerdo de mis viajes por la tierra seca.

Escondida bajo los restos de las últimas escaramuzas, de la sangre reseca de mis adversarios, de la tierra en la que la hoja de mi espada derramó la vida de los más aguerridos guerreros, que buscaban a la hechicera azul, aquella que había vilipendiado y arrojado a los infiernos el honor del Amo y Señor del condado vecino.

La frescura del agua acariciaba sus piernas mientras ella caminaba pisando las piedras, sintiendo su dureza en sus cansados pies. Se zambulló en el lago, saboreando en cada ápice de su cuerpo, la sensación maravillosa del abrazo fresco y vigorizante del líquido elemento, su pelo caía sobre sus hombros, ocultando su espalda, mientras dejaba caer el agua sobrante por su pelo oscuro.

Flotaba en la superficie, tumbada miraba al cielo sin luna, disfrutando del único momento de tranquilidad desde hacía semanas. Tras un largo baño, emergió de las aguas, como una diosa, resplandeciente, renovada e imponente. Sus curvas te condenaban a lanzarte a ellas, y perderte en su regazo, a zambullirte en su mirada transparente, para despertar amarrado a su espalda, con la certeza, de que pronto se marcharía, abogándole al intrépido enamorado a vagar por el mundo buscándola.

Agarró su larga melena, destilando la innecesaria agua de esta, cuando siete individuos la acorralaron. Lejos quedaban sus espadas, y las dagas mágicas, incluso sus ropajes, pero el miedo no tenía espacio en ella y menos por siete insignificantes orcos del valle.

Le miró con indiferencia a cada uno de ellos. Mientras, éstos gruñían exacerbados por un deseo salvaje de apoderarse de esa dulce víctima. Sus lenguas lamían las babas repugnantes que caían por su boca. El hedor emanaba de ellos con más intensidad, olor al deseo de devorar las prietas carnes de esa joven. El círculo se hacía cada vez más diminuto, dejándola en el centro, rodeada de lujuriosos animales. Sus bufidos chocaban con su rostro, como apestosas bofetadas que podrían asfixiar a cualquier dama, pero no a ella.

Dos orcos la sujetaron mientras sus manos acariciaban con fiereza su cuerpo, reptando por su abdomen para estrujar sus hermosos pechos. Lenguas rugosas que lamieron sus piernas perdiéndose en la oscuridad de su universo. Su cuello, mordido por colmillos machacados, arañado por negras uñas, rasgando su delicada piel.

Fue cuando uno de ellos, apretó su cuerpo contra ella, cuando desató la furia más irracional y cruel. Absorbida por los siete orcos, que le ocultaban de los dioses presentes, devorada sin piedad por una sed desmedida, tumbada sobre sus manos a unos metros del suelo, con un atrevido y mugriento orco, sobre ella, presentando lascivamente su pequeño guardián a las deseadas caderas de ella.

La tierra tembló, en un golpe certero y brusco. El cielo crujió, volviéndose sangriento mientras un viento comenzaba a bufar con fuerza. Entre las manos de los orcos, se movía imparable el cuerpo de la joven, poseída por una fuerza descomunal, que la llevaba a curvas su espalda como si el cielo la exigiera como trofeo, movimientos epilépticos, acompañados de gritos ensordecedores. Pero, todo calló, ante la obnubilada mirada de los orcos. El silencio reinó durante un segundo en ese bosque, hasta que una luz potente explotó en el cuerpo de la joven. Los orcos cayeron al suelo por la magnitud de la explosión, y cuando abrieron los ojos, encontraron cientos de serpientes donde antes se encontraba la guerrera. Serpientes gigantes, que danzaban sinuosamente al son de su cascabel, en busca de ellos.

Pronto, los siete orcos estaban bajo el poder de las serpientes. En una danza sensual, se enroscaban por su cuerpo, en el abrazo de la muerte, para rodear su cuello, buscando su óbito. Poco a poco, y dejando que el mugriento orco, sintiese como la vida se perdía segundo a segundo. Como su negro corazón dejaba de bombear sangre a sus tejidos, como el color de su piel se volvía cianótico. Aburrida de la espera, la serpiente en un movimiento brusco, giró sin piedad el cuello del animal, dejándole tumbado y muerto en el suelo. Tan solo quedaba el último orco, aquel que había manchado la piel de la joven con sus lujuriosos movimientos, con esa lengua rugosa y su aliento apestoso, el mismo que la había deseado y pretendía hacerla suya.

Las serpientes volvieron reptando hasta convertirse en la guerrera, tan solo una asfixiaba y contenía al insurrecto. Ella se acercó y con su daga, realizo en su cuerpo pequeños cortes, que ayudarían a que él se desangraba despacio. Llamó a la serpiente para que se fundiera en su cuerpo, ahora que el orco estaba bajo su control.

- Pobre ignorante, podría disfrutar mientras abro tu abdomen en dos, y esparzo tus vísceras por todo el bosque, para dar alimento a los animales, a los chacales, pero incluso para ellos, comer tu carne sería una maldición. Podría reventar tu cabeza a base de golpes con la piedra más fría y pétrea que pudiera encontrar, pero podrían escapar tus ideas y apagar a vida de las flores. Podría tirar tu cuerpo al rio de la muerte, y disfrutar como las pirañas devoran tu carne…ya ves, no me faltan ideas de cómo matarte. …. Pero, el tiempo es muy valioso y ya estoy perdiendo demasiado contigo. Mírame, perro inmundo…. y complácete de morir bajo mi cimitarra.

Clavó su poderosa mirada en él, mientras acariciaba con su daga el cuello de la bestia. La sangre brotaba de su cuello, bañándola en satisfacción, acaparando la maravillosa sensación de exterminar a un animal, a un salvaje que había tocado su tenue piel.

Excitada por la victoria, lamió su daga, saboreando el placer de la muerte de su enemigo. Imponente y felina, volvió a sumergirse en las tibias aguas del lago…. Mientras observaba como comenzaban a aparecer las hienas en busca de su banquete.

Insthar